Un desertor norcoreano residente en Corea del Sur fue detenido el martes después de estrellar un autobús robado contra una barricada en un puente cerca de la frontera, fuertemente militarizada, en un aparente intento de regresar al Norte, informó la agencia de noticias Yonhap.
El incidente ocurrió alrededor de la 1630 GMT del lunes en el Puente Tongil en Paju, al noroeste de la capital Seúl, después de que el hombre ignoró las advertencias de los soldados que custodiaban el puente e intentó conducir a través de éste, dijo Yonhap, citando a la policía de la ciudad.
La policía de Paju remitió las consultas sobre el incidente a las autoridades policiales provinciales. No fue posible contactar con la agencia policial de Gyeonggi, en el norte del país.
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El hombre de unos 30 años que había desertado hace más de una década dijo a la policía que estaba tratando de regresar a Corea del Norte después de luchar para establecerse en el Sur, según el informe.
Es muy inusual que los norcoreanos que han huido de su aislado país intenten regresar, aunque muchos luchan por adaptarse a la vida en su vecino democrático y capitalista.
Hasta junio, alrededor de 34.200 norcoreanos se habían reasentado en Corea del Sur, en su mayoría después de viajes arduos y a veces potencialmente mortales, generalmente a través de China, para escapar de la pobreza y la opresión en su país, según el Ministerio de Unificación de Seúl.
El ministerio, que se ocupa de los asuntos transfronterizos y brinda apoyo para el reasentamiento de los desertores, dijo en 2022 que se confirmó que unos 30 desertores habían regresado al Norte desde 2012, pero los desertores y activistas dicen que podría haber muchos más casos no denunciados.
A principios de 2022, un desertor de unos 30 años realizó un inusual y arriesgado regreso a Corea del Norte a través de la frontera fuertemente fortificada después de batallar para sobrevivir en el Sur, lo que encendió un nuevo debate sobre cómo se trata a esos fugitivos en su nuevo país de origen.
Con información de Reuters