En la guerra de globos entre Corea del Norte y los activistas surcoreanos, un grupo con sede en Seúl ha perfeccionado sus conocimientos tecnológicos para desarrollar globos capaces de dispersar panfletos y altavoces electrónicos a cientos de kilómetros a través de la frontera.
Estos "globos inteligentes", construidos con impresoras 3D y componentes adquiridos en Internet y equipados a veces con GPS, pueden costar hasta 1.000 dólares cada uno.
Una o dos veces al mes, de primavera a otoño, cuando soplan vientos favorables en el norte, el reservado grupo hace volar los globos, casi siempre al amparo de la oscuridad. El objetivo es lanzar cargamentos más profundamente en Corea del Norte, incluso sobre la capital, Pyongyang, gracias a los mayores alcances que ahora son posibles. Un globo ha volado hasta China.
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"Nuestros globos inteligentes son caros, pero creemos que son cien veces más potentes que los globos de otros grupos", afirma un miembro del grupo, denominado "Comité para la Reforma y la Apertura de Joson". Joson es otra palabra para referirse a Corea del Norte.
El grupo, que cuenta con una treintena de miembros y se financia con fondos propios y donaciones, no ha dado detalles de sus actividades a los medios de comunicación.
Desde finales del mes pasado, la táctica del globo ha cobrado protagonismo en las gélidas relaciones entre las dos Coreas. Corea del Norte, que en los últimos años ha desplegado globos en contadas ocasiones, ha enviado más de 1.000 al sur, la mayoría cargados de basura y algunos con lo que parecían ser heces de animales.
Esto ha aumentado las tensiones entre los países, que técnicamente siguen en guerra después de que la guerra de Corea de 1950-1953 terminara con un acuerdo de armisticio y no con un tratado de paz. Corea del Sur reanudó el domingo las emisiones de altavoces dirigidas al Norte por primera vez desde 2018.
La eficacia de los globos es objeto de debate, ya que no es posible verificar de forma independiente dónde aterrizan o qué pueden pensar los norcoreanos medios sobre su contenido.
Un segundo miembro del grupo dijo que estaba alentado por la ira de Pyongyang ante los globos procedentes de Corea del Sur, diciendo que muestra que los globos de los activistas y sus cargas útiles están teniendo un efecto.
Los miembros del grupo se negaron a ser identificados, preocupados por el acoso de los surcoreanos críticos con dichos activistas, una posible represión por parte de las autoridades surcoreanas o represalias por parte de agentes norcoreanos.
LAS CARGAS
Llenos de hidrógeno, los globos inteligentes del grupo pueden transportar cargas útiles de hasta 7,5 kilogramos.
En un pequeño apartamento alquilado en Seúl, el equipo utiliza impresoras 3D para construir cajas de plástico blanco y algunas piezas de conexión. Se utilizan cables, placas de circuitos y temporizadores comprados en sitios web de comercio electrónico chinos y surcoreanos para fabricar dispositivos que controlen la dispersión del contenido de los globos.
La mayoría de los globos contienen dispositivos preprogramados para dispersar 1.500 octavillas, 25 cada vez, teniendo en cuenta la trayectoria de vuelo prevista, el viento y otras condiciones meteorológicas.
Este año, algunos globos llevan altavoces sujetos a pequeños paracaídas que emiten mensajes pregrabados críticos con el líder norcoreano Kim Jong Un.
(Reportaje de Ju-min Park; Editado en español por Héctor Espinoza)