Algunos analistas estiman que la generación de energía térmica en China, basada principalmente en el carbón, disminuirá en 2025 por primera vez en una década, aunque advierten de que las condiciones meteorológicas extremas o un crecimiento industrial mayor de lo previsto podrían dar al traste con esta previsión.
Sería una señal positiva para la descarbonización del sector eléctrico chino, que representa alrededor del 60% de sus emisiones.
El país prevé que sus emisiones totales de carbono alcancen su punto máximo antes de 2030 y se reduzcan a cero antes de 2060.
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Se espera que China alcance o supere el aumento récord de capacidad de energías renovables de 2024, ya que los promotores se apresuran a cumplir los objetivos de su 14º plan quinquenal a finales de este año, lo que, según algunos analistas, crea las condiciones para que las energías renovables cubran toda la nueva demanda de electricidad este año.
La rápida expansión ha llevado a tres de los cuatro analistas que hablaron con Reuters a pronosticar un estancamiento o una caída de la producción de energía térmica, ya que las energías renovables satisfacen el continuo crecimiento de la demanda total de electricidad, estimado entre el 6% y el 7,5% por cuatro analistas y un grupo del sector.
El año pasado el crecimiento fue del 6,8%.
La última vez que la producción de energía térmica cayó en términos interanuales fue en 2015, cuando el crecimiento general de la demanda de energía se ralentizó en medio de una caída del mercado de valores y la desaceleración del crecimiento económico.
Pero los analistas advierten de que otro verano de calor extremo podría impulsar un nuevo aumento del uso del carbón.
El año pasado, la demanda de energía superó las previsiones tras una ola de calor abrasador que impulsó la demanda de energía para aires acondicionados.
La limitada capacidad de transporte también podría limitar el consumo de energías renovables.
Aunque los analistas de LSEG, el Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio y un banco estadounidense prevén un estancamiento o descenso de la producción de energía térmica este año, Rystad Energy prevé un crecimiento del 1-2%.
La Asociación China de la Industria del Carbón también prevé un aumento del 4,5%, lo que pone de manifiesto la incertidumbre de las previsiones.
Es casi seguro que la demanda de energía seguirá expandiéndose más rápido que la economía china, que se prevé que crezca un 4,5% este año.
(Reportaje de Colleen Howe; Editado en español por Juana Casas)