Altos funcionarios chinos y estadounidenses conversaron sobre la celebración de nuevas conversaciones entre sus jefes de Estado en un futuro próximo, informaron ambos países el miércoles durante unas reuniones de alto nivel celebradas en Pekín.
El asunto se abordó durante las largas conversaciones entre el máximo diplomático chino, Wang Yi, y el asesor de seguridad nacional estadounidense, Jake Sullivan, y en un contexto de fuertes desacuerdos entre las superpotencias y la carrera electoral para sustituir a Biden en Estados Unidos en 2024.
Ambas partes también acordaron mantener videollamadas entre sus comandantes militares sobre el terreno "en el momento apropiado", según la versión china de las reuniones, una medida que Washington espera que pueda evitar conflictos en zonas como el estrecho de Taiwán.
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"La clave para un desarrollo fluido de la interacción entre China y Estados Unidos reside en tratarse mutuamente como iguales", dijo Wang a Sullivan, según la cadena estatal CCTV.
"Las dos partes mantuvieron conversaciones francas, sustanciales y constructivas sobre una serie de asuntos bilaterales, regionales y globales", dijo la Casa Blanca.
Fue el segundo día de conversaciones de Sullivan con Wang y otras personas, destinadas a calmar la tensión entre las dos superpotencias antes de las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre.
Las reuniones durarán hasta el jueves, y se espera que abarquen una serie de ámbitos en los que ambos países están enfrentados, como el comercio, Oriente Medio, Ucrania y las reivindicaciones territoriales chinas desde Taiwán hasta el mar de la China Meridional.
Wang dijo a Sullivan que Estados Unidos debería "dejar de armar a Taiwán y apoyar la 'reunificación' pacífica de China", añadiendo que "Taiwán pertenece a China y la 'independencia de Taiwán' es el mayor riesgo para la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".
Según la versión china, Wang también expresó la desaprobación de Pekín a los aranceles estadounidenses sobre una serie de productos manufacturados y a los controles a la exportación dirigidos a los fabricantes de chips chinos, afirmando que Washington debería "dejar de poner en peligro los intereses legítimos de China".
Una declaración de Estados Unidos también hizo hincapié en algunas áreas de posible acuerdo, señalando "preocupaciones compartidas sobre (Corea del Norte), Birmania y Oriente Medio".
(Reporte adicional de Liz Lee; editado en español por Carlos Serrano)