India instó hoy a Canadá a retirar al menos a 40 diplomáticos de su embajada en Nueva Delhi en el plazo de una semana, en una nueva escalada de tensiones tras la muerte a tiros en junio del líder sij independentista Hardeep Singh Nijjar, quien tenía ciudadanía canadiense.
India dio hasta el martes próximo a Canadá para cumplir con el traslado de sus funcionarios, informó el diario británico Financial Times, según la agencia de noticias Europa Press.
Los diplomáticos que permanezcan en suelo indio después de esa fecha se enfrentarán a que las autoridades de India les quiten su inmunidad.
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Este ultimátum se produjo después de que autoridades indias suspendieran los visados a ciudadanos canadienses, como respuesta a la denuncia de Canadá de que India está detrás de la muerte de Nijjar, líder también del grupo independentista Fuerza de los Tigres de Jalistan.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, decidió guardar silencio sobre los últimos acontecimientos, pero reiteró que las relaciones bilaterales atraviesan "momentos extremadamente desafiantes" y que no buscan "escalar la situación" con India.
"Vamos a impulsar el trabajo que importa para continuar teniendo relaciones constructivas con India en un momento extremadamente difícil", afirmó, según la televisora canadiense CBC News.
Previamente, el vocero del Ministerio de Exteriores indio, Arindam Bagchi, había manifestado que esperaban una reducción en el número de funcionarios canadienses ante la necesidad de "paridad en fuerza y equivalencia de rango" en la presencia diplomática mutua.
Los vínculos entre India y Canadá atraviesan una crisis tras el asesinato del líder separatista Nijjar, un activista sij que era ciudadano canadiense y que fue abatido cerca de Vancouver, en el oeste del país americano, en junio pasado.
La discusión llevó a que a mediados de septiembre ambos países anunciaran la expulsión de diplomáticos.
Nijjar, activista a favor de la creación de un Estado sij en la región de Punjab y requerido por las autoridades indias por acusaciones de "terrorismo", fue abatido a tiros por dos atacantes enmascarados cerca del acceso a un templo sij en Surrey.
Él negaba esas acusaciones, según la Organización Mundial de Sijs de Canadá, una ONG que representa a este grupo religioso.
Desde su asesinato estallaron violentas manifestaciones en Canadá y, en medio de la crisis diplomática, Ottawa anunció la suspensión de las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con India.
A mediados de septiembre, Trudeau instó a India a tratar con "la mayor seriedad" las acusaciones que apuntan a que agentes indios estuvieron implicados en el asesinato de Nijjar.
India calificó esas acusaciones de "absurdas" y desmintió "cualquier acto de violencia en Canadá".
Con información de Télam