Canadá dijo hoy que se vio obligado a repatriar a 41 diplomáticos radicados en India después de que Nueva Delhi amenazara con quitarles su inmunidad diplomática, situación que agravó la crisis entre ambos países, que afecta tanto a lo político como a lo religioso.
"Hemos tomado la decisión de organizar la salida de estos 41 diplomáticos y de sus familias en total seguridad", declaró la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, y precisó que todavía quedaban 21 en el país asiático.
"Esta es una situación sin precedentes", añadió.
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Sin embargo, aclaró que Canadá no tenía intención de responder revocando la inmunidad de los diplomáticos indios para no agravar la situación.
"Si aceptamos esta forma de hacer las cosas, ningún diplomático, pase lo que pase, estará seguro en el planeta; por eso Canadá no adoptará el mismo enfoque que India", señaló Joly, según la agencia de noticias AFP.
Marcadas por expulsiones recíprocas de diplomáticos, las relaciones indocanadienses se deterioraron a fines de septiembre, cuando Canadá planteó la posible implicación del gobierno indio en el asesinato de un líder de la comunidad religiosa sij ocurrido en junio cerca de Vancouver.
India calificó de "absurdas" las acusaciones y aconsejó a sus ciudadanos que no viajaran a determinadas regiones canadienses.
A la vez, dejó de tramitar "temporalmente" las solicitudes de visado para India presentadas por ciudadanos de Canadá.
India se quejó a menudo de la actividad de la etnia sij en el extranjero, especialmente en Canadá, que según Nueva Delhi podría reactivar el movimiento separatista gracias a una ayuda financiera masiva.
Canadá es el país con mayor número de sij fuera de la India.
El sijismo es una de las cuatro religiones de origen indio, junto con el hinduismo, el budismo y el jainismo.
El estado indio de Punjab, que es aproximadamente 58% sij y 39% hindú, fue sacudido por un violento movimiento separatista sij en los años 1980 y principios de los 1990, que dejó miles de muertos.
Con información de Télam