Un hombre de la comunidad guaraní fue abatido a tiros el miércoles en Brasil, informó una agencia gubernamental de protección de las comunidades indígenas, en la escalada de una disputa por la tierra en el estado agrícola de Mato Grosso do Sul.
El suceso se produce tras un violento enfrentamiento a principios de agosto, en el que hombres armados, apoyados por agricultores en camiones y tractores, atacaron a indígenas que reclamaban tierras en el vasto estado agrícola, hiriendo a 11 de ellos.
Un hombre recibió un disparo en la cabeza el miércoles por la mañana, informó la agencia de asuntos indígenas, Funai. La disputa está relacionada con la tierra indígena Nhanderu Marangatu, situada en Mato Grosso do Sul, en la frontera con el vecino Paraguay.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Terras Indigenas, una base de datos gestionada por una organización sin ánimo de lucro dedicada al medio ambiente y los derechos indígenas en Brasil, muestra que la tierra, de unas 9.000 hectáreas, tiene una población de unos 1.350 habitantes y había sido reconocida como territorio indígena.
Funai declaró que había solicitado a la fiscalía federal especializada que adoptara todas las medidas legales aplicables y se había reunido con el juez responsable del caso.
"(Estamos) comprometidos a garantizar que esta violencia cese inmediatamente y que los responsables de estos crímenes sean rigurosamente castigados", dijo en un comunicado.
"Dada la gravedad de este asunto, (la Funai) está preparando una nueva acción ante el Tribunal Regional Federal de la 3ª Región, con el fin de garantizar la protección de la comunidad indígena", añadió.
Los ganaderos esperaban limpiar tierras para plantar soja destinada a la exportación o criar ganado para producir carne vacuna. Con el avance de la frontera agrícola brasileña hacia la Amazonia, se han multiplicado las disputas por las tierras reclamadas por los indígenas.
Las disputas violentas por la tierra también se han hecho más frecuentes y han alimentado un debate en curso sobre el movimiento para limitar los reclamos indígenas de tierras ancestrales en un Congreso conservador respaldado por un poderoso grupo de presión agrícola.
Los legisladores han propuesto una enmienda a la Constitución que introduciría un límite a las reclamaciones de tierras por parte de comunidades indígenas realizadas después de 1988, a pesar de que el Tribunal Supremo ha dictaminado que establecer dicho marco temporal es inconstitucional.
Menos de la mitad de los 1,6 millones de indígenas del país viven en aproximadamente el 13% de la superficie del país.
(Reportaje de Stefanie Eschenbacher; Editado en español por Héctor Espinoza)
Cerrar sesión