Brasil no tiene previsto lanzar un bono soberano dedicado a la Amazonia, dijo a Reuters un funcionario de alto rango del Tesoro, y en su lugar financiará la protección de la mayor selva tropical del mundo a través de su nuevo programa de bonos medioambientales y sociales.
La cuestión de cómo financiar la protección de uno de los recursos naturales más vitales del mundo es cada vez más urgente y será uno de los temas centrales de la próxima conferencia de las Naciones Unidas sobre biodiversidad COP16, en Colombia en octubre, así como de las conversaciones sobre el clima COP29, que tendrán lugar en Azerbaiyán en noviembre.
Los banqueros han planteado la idea de que un bono dedicado a la Amazonia podría recaudar 10.000 millones de dólares o más a un costo ultrabajo para la causa, pero el subsecretario brasileño de Deuda Pública, Otavio Ladeira, dijo a Reuters que no era necesario.
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En vez de eso, Brasil utilizará el dinero de sus bonos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) que comenzó a vender a finales del año pasado.
"Al ser regular, predecible, es mejor que abrir campos diferentes como los bonos amazónicos", dijo, explicando que dicha deuda requeriría mucho trabajo extra de información.
"Nuestra estrategia se está construyendo delicadamente en términos de bonos ESG: emites bonos ESG, 2.000 millones de dólares al año, ni más ni menos. Uso de los ingresos: mitad medioambiental, mitad social".
Con una superficie de más de 6 millones de kilómetros cuadrados -más de la mitad en Brasil-, la Amazonia absorbe grandes cantidades de gases de efecto invernadero que calientan el clima y alberga más del 10% de todos los animales y plantas conocidos, la mayor densidad de especies de la Tierra.
Según Ladeira, una parte del dinero recaudado en el marco de la deuda ESG ya se destina a programas amazónicos en Brasil, aunque no siempre es fácil encontrar gastos subvencionables y el dinero no es necesariamente el principal problema.
En su primer año, el actual Gobierno de Brasil redujo la deforestación de la Amazonia un 50% simplemente mediante una mejor coordinación de los recursos, que costó muy poco, dijo Ladeira.
OBJETIVO DE GRADO DE INVERSIÓN
El Gobierno también podría considerar la emisión de bonos denominados en euros si la mayor economía de América Latina es capaz de recuperar su calificación de grado de inversión en los próximos años.
Brasil perdió su codiciado grado de inversión en 2015 tras una caída en picada de los precios de las materias primas y una relajación de los objetivos de gasto por parte de la entonces presidenta Dilma Rousseff, quien posteriormente fue destituida.
Una política más pragmática en los últimos años bajo la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, junto con una reforma fiscal histórica, han llevado a mejoras, pero Brasil sigue dos escalones por debajo del umbral clave, y sus niveles de deuda siguen aumentando.
El Gobierno tiene "la firme voluntad" de recuperar el preciado estatus para 2026, afirmó Ladeira. "Es bueno tener esta meta, este objetivo que nos hace trabajar duro en varias dimensiones para cumplirlo". Sin embargo, reconoció que podría llevar más tiempo.
A la pregunta de si la posible volatilidad de los mercados en torno a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos era una preocupación para países como Brasil, dijo que el Gobierno tenía las reservas necesarias para capear cualquier turbulencia.
"El monto de (nuestra) deuda que está en circulación en el último trimestre del año es muy pequeña", añadió Ladeira. "Estamos preparados".
Con información de Reuters
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