Hungría bloqueó hoy una nueva ayuda financiera de la Unión Europea (UE) a Ucrania, en momentos en que también permanece frenada un paquete de asistencia de Estados Unidos y pese a la insistencia de Kiev sobre la necesidad de sostener ese apoyo para continuar la contraofensiva contra Rusia.
En una entrevista con una radio húngara, el primer ministro, Viktor Orban, dijo que el veto a la ayuda por 50.000 millones de euros, decidido en una cumbre de líderes en Bruselas, únicamente sería levantado en caso de desbloqueo de todos los fondos de la UE a su país, que fueron congelados por dudas sobre la vigencia del Estado de Derecho.
"Siempre dije que si se realizaba una enmienda del presupuesto de la UE [...], Hungría aprovecharía la ocasión para reivindicar claramente lo que merece. No la mitad, no un cuarto, sino la totalidad" de los fondos congelados, dijo.
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El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, avisó que los dirigentes de la UE volverían a abordar esta cuestión recién en enero próximo.
"Esperamos que todos los procedimientos legales necesarios se completen en enero de 2024, lo que nos permitirá recibir la financiación correspondiente lo antes posible", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
El bloqueo fue celebrado en Rusia y el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, manifestó que Hungría, "al contrario de muchos países europeos, defiende con firmeza sus intereses, y eso me impresiona".
Esta decisión tuvo lugar después de que aumentaran las dudas sobre la continuidad del respaldo de las potencias occidentales a Ucrania en su guerra contra Rusia, que comenzó en febrero de 2022.
El presidente de Ucrania, Volodomir Zelenski, estuvo esta semana en Washington para intentar desbloquear la ayuda militar de Estados Unidos trabada en el Congreso por el opositor Partido Republicano, y el presidente Joe Biden, del Partido Demócrata, le prometió mantener la asistencia.
El veto de Orban se produjo un días después que los líderes reunidos en Bruselas decidieran abrir negociaciones formales con Ucrania y Moldavia para la adhesión de esos dos países al bloque.
A priori, había dudas de alcanzar un consenso sobre ese tema, también ante el rechazo de Orban, cercano al Kremlin, pero el dirigente ultranacionalista decidió no participar de la votación.
Zelenski aseguró en la red social X (antes Twitter) que la decisión es "una victoria para Ucrania. Una victoria para toda Europa".
Por el contrario, Rusia indicó hoy que una eventual entrada de Ucrania y Moldavia a la UE puede "desestabilizar" un bloque que "ya no atraviesa sus mejores momentos", tanto desde el punto de vista político como económico.
"Está claro que se trata de una decisión absolutamente politizada y del deseo de la UE de demostrar su apoyo a estos países", dijo Peskov, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Moldavia es otro país que logró su independencia con la disolución de la Unión Soviética y que mantiene su propio conflicto con Rusia por el estatus de Transnistria.
Se trata de una región separatista con estrechos vínculos con Moscú (es uno de los pocos lugares del mundo que conserva el martillo y la hoz en su bandera nacional), que se autoproclamó como república el 29 de octubre de 1990 y cuenta con una superficie que equivale al 12% del territorio moldavo.
El proceso de adhesión a la UE normalmente tarda varios años en los que se extienden las conversaciones y se implementan reformas, y, en algunos casos, pueden durar más de una década.
Con información de Télam