(Agrega el resultado de las elecciones)
El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, que lleva en el poder dos décadas, fue reelegido hoy en las elecciones presidenciales para un quinto mandato con más de 90% de los votos, según resultados parciales, tras reforzar la ofensiva militar que permitió recuperar la región de Nagorno Karabaj, un territorio disputado con la vecina Armenia.
Aliyev, de 62 años, recibió 92,1% en comicios en la que la oposición estuvo ausente, según resultados parciales de 54,5% de las mesas electorales, informó la agencia de noticias AFP.
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Miles de partidarios del presidente celebraron la victoria en las calles de la capital, Bakús.
La participación fue de 67,7%, dijo el jefe de la Comisión Electoral Central, Mazakhir Panakhov, en conferencia de prensa.
Aliyev se enfrentaba a seis candidatos, pero ninguno parecía representar una opción real, y todos ellos respaldaron al presidente en el pasado cercano, mientras los verdaderos opositores consideraban que estas elecciones eran una "farsa".
El mandatario, quien llegó al poder en 2003 tras el fallecimiento de su padre, el expresidente Heydar Aliyev, se vio apuntalado con su victoria militar en septiembre en una operación relámpago contra los armenios de Nagorno Karabaj, que habían controlado la región durante tres décadas.
En enero, el presidente anunció que anticipaba las elecciones, que estaban previstas para 2025, para celebrar el inicio de una "nueva era".
Por primera vez desde los años 90, los comicios se organizaron también en Nagorno Karabaj, debido a que la inmensa mayoría de la población de ese enclave huyó hacia Armenia tras la última ofensiva.
El presidente acumula resultados récord: 86% de los votos en 2018 y casi 89% en 2008. Sin embargo, estos comicios fueron denunciados por observadores internacionales.
Esta exrepública soviética con casi 10 millones de habitantes se sitúa habitualmente en la cola de las clasificaciones realizadas por organizaciones de derechos humanos.
Esas entidades denuncian represión de la oposición, tortura en las prisiones y detenciones arbitrarias, alegaciones rechazadas por las autoridades de Bakú.
Aliyev también fue acusado de aprovechar los abundantes hidrocarburos del país para enriquecer a su familia, algo que él niega.
Para su quinto mandato, el presidente dijo que el país debía estar "muy vigilante" a las amenazas, pero sostuvo que no desea una nueva guerra con Armenia, aunque las negociaciones entre ambos países se demoran.
Armenia, además, se inquieta de las ambiciones de un vecino más rico y mejor armado.
La última ofensiva de Azerbaiyán tuvo lugar cerca de dos años después de la segunda guerra de Nagorno Karabaj (27 de septiembre-10 de noviembre de 2020), que permitió a Bakú recuperar algunos territorios de la región.
El último acuerdo de alto el fuego contempla el desarme de los grupos proarmenios y la retirada de militares de Armenia de la región, un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur.
Esto derivó en una oleada de refugiados que llevó a Armenia a denunciar una "limpieza étnica" del territorio, acusaciones rechazadas firmemente desde Azerbaiyán.
Por otra parte, opositores, activistas y organizaciones no gubernamentales han denunciado un aumento de la represión en el país durante los últimos meses, en contraste con el aumento del perfil internacional de Azerbaiyán, que acogió en 2023 la cumbre del Movimiento de países no Alineados y albergará en 2024 la Cumbre de Naciones Unidas sobre Clima (COP29).
Con información de Télam