(Actualiza cifra de huidos del Karabaj y agrega declaraciones de Alemania)
Un total de 192 soldados azerbaiyanos murieron y 511 resultaron heridos durante la ofensiva en Nagorno Karabaj de la semana pasada, informó hoy Azerbaiyán, mientras casi la mitad de los pobladores del enclave huyeron ya hacia la vecina Armenia.
El Ministerio de Salud de Azerbaiyán agregó que un civil azerbaiyano también murió durante la hostilidades, que permitieron al país recuperar todo el control de Nagorno Karabaj tras más de 30 años en manos de su población armenia.
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Las autoridades armenias de Nagorno Karabaj habían informado ya de al menos 200 muertos de su lado, incluyendo 10 civiles, y 400 heridos en los combates, que duraron apenas 24 horas.
Armenia dijo hoy que ya recibió a más de 50.000 de las 120.000 personas que viven en el Karabaj, y se espera que el éxodo continúe luego de que las fuerzas locales aceptaran desarmarse y Azerbaiyán reabriera la única ruta que va a Armenia.
Azerbaiyán y los armenios de Nagorno Karabaj ya celebraron dos rondas de conversaciones sobre la reintegración del territorio y su población mayoritariamente armenia y cristiana al país musulmán, pero aún no está claro cuándo sucederá.
Nagorno-Karabaj había quedado bajo control de los armenios locales en una guerra en la que fueron apoyados por Armenia y que terminó en 1994, pocos años después de la desintegración de la Unión Soviética, a la que pertenecían esos dos países.
Durante una segunda guerra de seis semanas en 2020, Azerbaiyán recuperó zonas de Nagorno Karabaj y otras en los alrededores del enclave que habían caído en manos de los armenios en el anterior conflicto.
En diciembre pasado, Azerbaiyán impuso un bloqueo a la única ruta que conecta a Nagorno Karabaj con Armenia, con el argumento de que el Gobierno armenio la usaba para extraer minerales de manera ilegal y hacer llegar cargamentos de armas a los armenios.
Armenia decía que el bloqueo impedía la llegada de productos básicos, combustibles y medicinas a los aproximadamente 120.000 habitantes del territorio del Cáucaso.
Azerbaiyán rechazaba la acusación y decía que podían recibir provisiones desde la ciudad azerbaiyana de Aghdam, una solución largamente resistida por las autoridades de Nagorno Karabaj, que veían en ella una estrategia de Azerbaiyán para retomar la región.
Los armenios que dejan el enclave cruzan la frontera por la ruta que va a Armenia, conocida como corredor de Lachín.
Hoy, un ex líder de la república sin reconocimiento internacional que los armenios habían establecido para gobernar a Ngarno Karabaj fue detenido en el corredor de Lachín cuando intentaba cruzar a Armenia, informó Azerbaiyán.
"El 27 de septiembre en el puesto de control de Lachín (...) fue detenido Ruben Vardanian, nacido en 1968, que ocupaba el cargo del llamado 'ministro de Estado de la República de Nagorno Karabaj'", informó el Servicio Estatal de Fronteras azerbaiyano.
Vardanian, que lideró el Gobierno de facto de la región desde noviembre de 2022 a febrero de este año, "había llegado ilegalmente al territorio del país", agregó el comunicado del servicio de fronteras, informó la agencia de noticias Sputnik.
Ante el paso de miles de refugiados, la ciudad fronteriza armenia de Goris, donde la mayoría efectúa su primera parada, estaba hoy casi irreconocible, informó la agencia de noticias AFP.
Cientos de autos invadieron sus calles, donde reina el caos, ante la mirada impotente de los policías, incapaces de dirigir el tráfico con sus megáfonos.
Muchos refugiados, hambrientos, pasaron la noche en sus vehículos. La mayoría explicó que no tenía ningún lugar en el que dormir ni adonde ir en Armenia.
Alekhan Hambardzyumyan, de 72 años, durmió en su furgoneta. Según contó, escapó por poco a un bombardeo cuando iba a buscar a su hermano, herido en el frente el 20 de septiembre.
Su hijo murió en los últimos combates, dijo, y agregó que quería llegar a Ereván, la capital de Armenia.
"Quiero ir a Ereván pero no sé qué me puede proponer el Estado", comentó el hombre.
El primer ministro armenio, Nikol Pashinian, se declaró dispuesto a acoger a 40.000 refugiados en su país, de 2,9 millones de habitantes.
Pero, hasta ahora, el gobierno solo ha podido alojar a 2.850 personas, lo que hace temer una crisis humanitaria.
El presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, prometió que los derechos de los armenios que decidan permanecer en el enclave, anexionado en 1921 a Azerbaiyán por la Unión Soviética, serán "garantizados".
Ayer, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, instó a proteger a los civiles y hoy, su homóloga alemana, la ministra de Relaciones Exteriores Annalena Baerbok, pidió a Azerbaiyán autorizar la entrada de observadores internacionales al enclave.
Hace dos días, al menos 68 personas murieron en una explosión de una depósito de combustible en una estación de servicio a las afueras de la capital regional, Stepanakert, donde la gente hacía cola para cargar nafta antes de irse a Armenia.
Las autoridades armenias del enclave dijeron que otras 290 personas resultaron heridas y que 105 estaban desaparecidas.
El Ministerio de Salud de Armenia dijo hoy que 237 personas heridas tanto en las hostilidades de la semana pasada y en la explosión en la estación de servicio del lunes habían sido evacuadas en ambulancia y helicóptero desde Nagorno Karabaj.
Estaban recibiendo tratamiento médico, mientras continúa el proceso de evacuación de heridos, agregó el Ministerio.
Con información de Télam