Alrededor de un tercio de los niños refugiados en Armenia tras huir del enclave Nagorno Karabaj tras una ofensiva relámpago de Azerbaiyán sobre el disputado enclave, se encuentran sin escolarizar, alertó hoy por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
"Se debe invertir en aumentar el acceso a la educación para 1 de cada 3 niños refugiados que no están matriculados en la educación y garantizar que las escuelas sean inclusivas para todos los niños", declaró Christine Weigand, representante de la Unicef en Armenia, en un comunicado publicado en la página oficial.
El avance militar lanzado el 19 de septiembre le permitió a las fuerzas azerbaiyanas hacerse con el control efectivo de la zona ubicada dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente y las autoridades de la república de Nagorno Karabaj, autoproclamada hace tres décadas y llamada por los armenios como Artsaj, anunciaron que será disuelta a partir del próximo 1 de enero.
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Esa victoria militar provocó un éxodo masivo de más de 100.000 habitantes de ese territorio, de mayoría armenia y cristiana, que se había escindido de Azerbaiyán, de mayoría musulmana, durante la desintegración de la Unión Soviética.
De acuerdo con el informe de Unicef, de los 21.000 niños en edad escolar que huyeron en el último mes de Nagorno Karabaj, dos tercios se encontraban matriculados en el sistema escolar armenio.
"Las escuelas son más que lugares de aprendizaje. Esto es especialmente cierto en tiempos de desplazamiento e incertidumbre. El acceso a la educación proporciona a los niños refugiados la estructura y el apoyo necesarios para ayudarles a superar sus experiencias", manifestó Weigand.
"Las escuelas también brindan a los niños servicios de nutrición y salud mental, socialización y mucho más para apoyar su salud y bienestar, agregó la representante de la organización de Naciones Unidas.
Unicef explicó que trabaja sobre el terreno junto al Gobierno de Armenia y otros socios para que los niños reciban atención y apoyo, incluidos trabajos para identificar necesidades del sistema educativo y áreas que necesitan refuerzo y expansión para apoyar la inclusión efectiva de todos los niños refugiados.
Entre sus labores, de acuerdo con el texto, está el suministro de equipos de educación y kits de desarrollo de la primera infancia, mientras anticipó que se prepara para ampliar los espacios de aprendizaje en las escuelas de acogida y los centros preescolares de todo el país.
El organismo brindó apoyo psicosocial y de salud mental, así como sanitario y nutricional, a más de 10.000 niños refugiados y a sus cuidadores, mientras que pide 12,6 millones de dólares para proporcionar servicios críticos como educación, salud, protección infantil, nutrición y agua, saneamiento e higiene durante los próximos seis meses, según datos del informe.
Nagorno Karabaj, de mayoría armenia y cristiana, se separó de Azerbaiyán, de mayoría musulmana, luego de la desintegración de la Unión Soviética, pero el territorio nunca fue reconocido por la comunidad internacional como independiente.
Desde entonces las milicias armenias de este territorio estuvieron enfrentadas al poder de Azerbaiyán y libraron dos guerras, una entre 1988 y 1994 y la última a fines de 2020.
Desde finales de 2022, Armenia acusa a Azerbaiyán de bloquear la única ruta que conecta su territorio con Nagorno Karabaj, y de agravar la situación humanitaria de los habitantes del enclave.
Con información de Télam