El Gobierno ruso aseguró hoy que seguirá prestando ayuda humanitaria a los armenios de Nagorno Karabaj, luego de que Azerbaiyán recuperara el control de ese territorio en una ofensiva militar que obligó a más del 80% de la población armenia a abandonar el enclave.
"Estamos prestando ayuda humanitaria, nuestros pacificadores continúan sus actividades para garantizar los flujos de ayuda humanitaria para resolver los problemas actuales tanto de los armenios que salen, como de los que se quedan allí, y lo haremos ulteriormente", informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por la agencia de noticias rusa Sputnik.
Agregó que Rusia sigue de cerca las declaraciones de Azerbaiyán sobre su deseo de garantizar la seguridad y los derechos de los armenios que planean quedarse en Nagorno Karabaj.
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El pasado 22 de septiembre, Hikmet Hajiyev, asistente del Gobierno azerbaiyano, afirmó que la integración de los armenios de Nagorno Karabaj en la vida económica, política y social de Azerbaiyán tropezaría con dificultades por lo que habría muchos que optarían por irse.
Pero al mismo tiempo, el presidente de ese país, Ilham Aliyev, aseguró que los armenios de Nagorno Karabaj tendrían los mismos derechos que los ciudadanos de Azerbaiyán.
El 24 de septiembre, el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, pidió establecer mecanismos eficaces para proteger a los armenios de Nagorno Karabaj de las limpiezas étnicas, y advirtió de que el éxodo podría ser la única vía para salvar sus vidas e identidad.
De un total estimado de 120.000 residentes, más del 80% se han desplazado hasta la fecha hacia Armenia.
Unas 400 personas murieron en la ofensiva lanzada por Azerbaiyán el 19 y el 20 de septiembre en Nagorno Karabaj, que duró apenas 24 horas hasta la capitulación de las fuerzas armenias locales, que días después anunciaron la disolución, para fin de año, de la república sin reconocimiento internacional que habían fundado hace más de 30 años en el enclave del suroeste azerbaiyano.
La ofensiva y el consecuente éxodo llegaron luego de que Azerbaiyán bloqueara durante 10 meses la región, lo que dejó a muchos de sus habitantes sufriendo de desnutrición y falta de medicamentos.
Armenia y Azerbaiyán libraron dos guerras por Nagorno Karabaj desde que ese territorio, de población mayoritariamente armenia, decidió separarse en 1988 de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. La primera, en 1992-1994, terminó con la victoria de los secesionistas; durante la segunda, en 2020, Bakú recuperó varios distritos y el dominio militar sobre el terreno.
Una misión de Naciones Unidas llegó ayer a Nagorno-Karabaj para monitorear la situación.
La misión es la primera de la organización a la región en tres décadas, debido a la "situación geopolítica muy complicada y delicada" que existe allí, dijo la semana pasada el vocero de la ONU Stéphane Dujarric.
Con información de Télam