El secretario general de la ONU, António Guterres, reiteró hoy que "no es posible" reemplazar a la agencia de ese organismo para los refugiados palestinos (Unrwa) en la Franja de Gaza, pese a que donantes importantes han suspendido sus contribuciones por cuestionamientos al papel de algunos de sus trabajadores durante los ataques del movimiento islamista palestino Hamas.
Israel acusó a 12 de sus 30.000 empleados regionales, de ellos unos 13.000 en Gaza, de haber estado implicados en los ataques que Hamas cometió el 7 de octubre en su territorio que dejaron 1.200 muertos, la mayoría civiles, y 240 secuestrados, entre ellas una veintena con nacionalidad argentina.
Tras las acusaciones, varios países, entre ellos Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Suecia, anunciaron la suspensión de sus contribuciones a la agencia, por lo que el funcionario alertó que eso podría hacerle cesar sus actividades "para fines de febrero".
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Aunque algunos evocan la idea de redirigir el dinero a otras organizaciones de la ONU, Guterres descartó esta posibilidad.
"No es posible reemplazar el trabajo de la Unrwa en Gaza", zanjó hoy en una conferencia de prensa.
Insistió que "la columna vertebral de la distribución humanitaria de la ONU en Gaza la constituyen los 3.000 empleados de Unrwa dedicados a la respuesta de emergencia".
La Unrwa tiene unos 13.000 empleados en la Franja de Gaza, pero muchos de ellos eran profesores o médicos y no se dedicaban directamente a la ayuda humanitaria.
"No hay ninguna otra organización presente en Gaza capaz de responder a las necesidades", expuso el jefe de la ONU, citado por la agencia de noticias AFP.
Guterres indicó que, aunque fuera posible, los empleados de Unrwa en territorio palestino cobran, "por razones históricas", un tercio menos que los de Unicef o el Programa Mundial de Alimentos.
"Esto exigiría multiplicar los recursos necesarios", reforzó.
También explicó que le había "sorprendido" la rapidez con la que los donantes habían suspendido la financiación de la Unrwa.
La ONU ha emprendido una investigación interna sobre los empleados acusados por Israel y que Unrwa ha despedido.
Asimismo, Guterres nombró una comisión independiente para evaluar la "neutralidad" de la agencia y hacer recomendaciones para mejorar su funcionamiento si fuera necesario.
"Espero que los países reconozcan estos esfuerzos y que el problema se resuelva rápidamente", confió.
Sobre la rapidez con la que la Unrwa rescindió a petición suya los contratos de los empleados supuestamente implicados, respondió que no podía "correr el riesgo de no actuar inmediatamente" dada la gravedad de las acusaciones "creíbles".
No obstante, la investigación podría corregir eventualmente estas decisiones si fuera necesario.
Con información de Télam