Primer ministro portugués renunciante es sospechoso de prevaricato

05 de enero, 2024 | 15.07

El primer ministro portugués, Antonio Costa, que renunció a fines de noviembre pasado después de verse salpicado por un escándalo de tráfico de influencias, es ahora sospechoso de prevaricato, indicó hoy la prensa local.

El delito de prevaricato, castigado con una pena de dos a ocho años de cárcel según la Ley portuguesa, es una infracción cometida por un funcionario que interviene en el marco de sus funciones para beneficiar o perjudicar a alguien.

Según el medio Observador, el ex jefe del Gobierno socialista sería sospechoso de haber participado en la elaboración de una Ley de ordenamiento territorial que benefició a una empresa que quería construir un megacentro de datos cerca del puerto de Sines, al suroeste del país.

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Este "data center" de la empresa Start Campus, creada por el fondo de inversión estadounidense Davidson Kempner Capital Management y su socio británico Pioneer Point Partners, representaba una inversión de 3.800 millones de dólares, anunció la sociedad en 2021, informó la agencia de noticias AFP.

Observador afirmó que los magistrados del Ministerio Público interceptaron conversaciones telefónicas entre un jurista al servicio del Gobierno y un responsable de Start Campus que daban a entender que el primer ministro se implicó personalmente en la reforma legal, adoptada en 2023.

Portugal entró en una crisis política tras una serie de detenciones y de registros que llevaron a la inculpación del jefe del gabinete de Costa y de su ministro de Infraestructuras, en un caso de tráfico de influencias relacionado con el "data center" de Sines.

La fiscalía indicó que el jefe del Gobierno era objeto de una investigación separada, llevada a cabo por la Corte Suprema de Justicia.

"Solo puedo compartir con mis conciudadanos que la incautación de dinero en el despacho de una persona que yo elegí, más que dolerme por la confianza traicionada, me avergüenza. Por ello, pido disculpas a los portugueses", dijo Costa en una declaración pública hace unos días, tras renunciar al cargo el 23 de noviembre último.

Costa, que fue alcalde de Lisboa y dirigía el país desde fines de 2015, dimitió y precisó que no se presentaría a un nuevo mandato y agrego que "mientras dure este proceso judicial, probablemente no volveré a ocupar ningún cargo público", según recogió el diario Correio da Manha.

En su Gobierno, Costa aprovechó la coyuntura favorable para dejar atrás las medidas de austeridad aplicadas por la derecha a cambio de un rescate concedido al país por acreedores internacionales en 2011.

En su gestión, saneó las cuentas públicas y llevó al país al superávit presupuestario.

En enero de 2022 obtuvo una apabullante victoria electoral que le permitió gobernar con mayoría absoluta, pero su popularidad cayó en picada tras una serie de escándalos.

Tras la renuncia del primer ministro, que insiste que siempre actuó dentro de un marco de legalidad, el presidente Marcelo Rebelo de Sousa anunció que el 10 de marzo de 2024 se celebrarán elecciones legislativas anticipadas, previa disolución del Parlamento.

Con información de Télam