La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió hoy que no se aliviará "la presión a Irán" hasta que su gobierno "ponga fin a la violencia contra las protestas pacíficas y las detenciones arbitrarias, renuncie a las penas de muerte y libere a todas las personas encarceladas injustamente".
"Los derechos humanos deben respetarse en todas partes", remarcó la funcionaria durante la ceremonia de entrega de premios del movimiento iraní "Mujeres, Vida, Libertad" en Potsdam, Alemania, en el que se recordó a Masha Amini, la joven que murió tras ser detenida por la policía moral iraní, en un hecho aún oscuro del que el sábado se cumplirá un año.
Al respecto, sostuvo que "la Unión Europea (UE) tiene el deber de honrar la memoria de Masha y de todas las mujeres y hombres inocentes que fueron asesinados por el régimen y seguir con la acción responsabilizando a aquellos que violan los derechos humanos más básicos".
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"Donde se cometen crímenes terribles debemos tener los medios para actuar porque el régimen iraní no sólo maltrata a su propio pueblo, sino que también ayuda a Rusia a aterrorizar al pueblo ucraniano", embistió Von der Leyen, citada por la agencia de noticias ANSA.
Las manifestaciones para conmemorar a Amini aún no han comenzado, pero ya hay una víctima entre los activistas.
Un joven de origen kurdo, como Mahsa, identificado como Hamed Bagheri, recibió cuatro disparos de las fuerzas de seguridad.
Según el gobierno islámico, no se había limitado a corear consignas en las calles de Karaj, sino amenazó con un machete a las personas que estaban a su lado y habría herido a dos policías mientras intentaban detenerlo.
Después de enterarse de la noticia, la familia fue a Karaj pero las autoridades no les permitieron ver el cuerpo.
Bagheri coreó anoche consignas antigubernamentales en las calles de Karaj, invitando a la población a volver a protestar por la víctima de 22 años que pereció el 16 de septiembre de 2022 en Teherán tras ser puesta bajo custodia por la policía moral porque supuestamente no llevaba pasaporte y lucía mal colocado el velo facial (hijab).
Esto recreó un escenario similar sobre muchas familias que perdieron a sus hijos en los enfrentamientos durante las protestas por el caso Mahsa que dejaron decenas de muertos y más de 20.000 manifestantes detenidos.
Siete de ellos ya fueron condenados a muerte por haber participado en los disturbios.
Otro de los apresados, Javad Rouhi, de treinta años, murió en las últimas semanas tras pasar meses en prisión debido a los "abusos y torturas que sufrió tras las rejas", según denunció la ONG Amnistía Internacional (AI).
Anoche se escucharon consignas contra la República Islámica gritadas desde las ventanas de las casas de algunos barrios de Teherán y se prevé que los activistas volverán a las calles de la capital el sábado para conmemorar el primer aniversario de la muerte de Masha y lanzar protestas contra la represión policial.
De eso está seguro Asal Abasian, un periodista disidente que huyó del país en los últimos años tras sufrir presiones y que ahora vive en Francia.
"Definitivamente habrá protestas, la mayoría de los ciudadanos iraníes y de la diáspora en el extranjero se oponen a la República Islámica y están esperando una oportunidad para expresar su opinión contra el régimen", dijo a ANSA.
En la protesta también participarán algunos activistas detenidos en Irán, que hoy anunciaron una huelga de hambre por "las políticas represivas" del gobierno contra las mujeres y para solidarizarse "con las demandas de los manifestantes, incluida la abolición del velo obligatorio", según refirieron en un comunicado.
La tensión ya es alta en Saqqez, la ciudad de Mahsa, donde se reportó una gran presencia de las fuerzas del orden.
La familia de la joven ha sido presionada para cancelar una conmemoración "religiosa y tradicional" que sus familiares querían celebrar el sábado en su tumba.
Con información de Télam