El personal de tierra de la aerolínea de bandera alemana Lufthansa inició hoy una huelga, en el marco de un conflicto salarial con la compañía, que paralizó las operaciones en cinco de los principales aeropuertos de Alemania.
Lufthansa canceló hasta el 90% de sus aproximadamente 1.000 vuelos programados, y la aerolínea informó que 100.000 pasajeros fueron afectados.
En los principales centros de conexiones, Frankfurt y Múnich, se efectuaron menos de la mitad de los vuelos habituales, ya que Lufthansa es el principal operador en ellos.
El sindicato Verdi, el más importante en el sector servicios y el segundo con más afiliados en el país, que convocó a la huelga, amenazó hoy con prolongarla si el consejo de administración de la aerolínea no mejora significativamente su actual oferta salarial para el personal de tierra.
La disposición a la huelga del personal de tierra nunca fue tan alta en los últimos 20 años como ahora, dijo el delegado de Verdi, Marvin Reschinsky, en una reunión con varios centenares de huelguistas frente a las oficinas de Lufthansa en el aeropuerto de Frankfurt.
La huelga envía una señal clara a la junta: "Podemos aguantar más si nos desafían a ello", dijo el delegado, citado por la agencia de noticias alemana DPA.
Se espera que la huelga de 27 horas dure hasta las 7.10 de mañana.
A la medida de fuerza se sumaron empleados de varias compañías del grupo Lufthansa en Hamburgo, Berlín y Düsseldorf.
"Es un día amargo para nuestros pasajeros", declaró el jefe de Recursos Humanos de Lufthansa, Michael Niggemann, a la cadena pública alemana ZDF, y apuntó que no consideraba "necesaria" la escalada elegida por Verdi.
El directivo pidió a los manifestantes que reconocieran el acuerdo anterior con aumentos salariales de hasta el 19%, así como la oferta presentada.
Reschinsky, por su parte, acusó a la dirección de tratar a sus empleados con falta de respeto: "Hay que acabar de una vez con la sociedad de dos niveles entre el personal de vuelo y el de tierra", dijo.
Los huelguistas se mostraron muy descontentos con sus condiciones de trabajo.
Un mozo de equipajes declaró: "Tenemos un 50% menos de empleados que antes (de la pandemia) del coronavirus, pero el trabajo sigue siendo el mismo. En realidad, deberíamos exigir aún más".
Un colega subrayó: "Necesitamos el aumento para vivir, todo se ha vuelto mucho más caro".
La Industria Alemana del Transporte Aéreo (BDL), por su parte, intentó desescalar la situación.
"Hago un llamamiento a los sindicatos para que organicen la próxima ronda de negociaciones colectivas con sentido de la proporción", declaró en Berlín su presidente, Jost Lammers.
"El derecho de huelga es un activo muy valioso e importante. Debería ser el último recurso", agregó.
Lufthansa avisó a los pasajeros que tenían billetes para vuelos nacionales que, si estos eran cancelados, podían utilizarlos para viajar en tren, y que no acudiesen al aeropuerto, ya que debido a la huelga, los mostradores de cambio de reserva no contaban con personal, como explicó la compañía en su página web.
La huelga responde a las negociaciones salariales en curso del grupo Lufthansa para unos 25.000 empleados del personal de tierra de Deutsche Lufthansa, Lufthansa Technik y Lufthansa Cargo.
El 23 de enero se rechazó una oferta de la empresa en la segunda ronda de negociaciones.
En el conflicto salarial, Verdi exige un 12,5% más de sueldo mensual, con un mínimo de 500 euros (538 dólares), durante un periodo de un año, y reclaman una prima de compensación de la inflación para todo el grupo de 3.000 euros.
Lufthansa se remite a anteriores aumentos salariales y ofrecieron un incremento del 13% por un periodo de tres años y una prima de inflación.
La próxima ronda de negociaciones está prevista para el lunes.
Alemania, donde hasta ahora el diálogo social era bastante eficaz, ha visto multiplicarse los conflictos laborales, en un contexto de deterioro del poder adquisitivo debido a la inflación.
Con información de Télam