El jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, pidió hoy a Azerbaiyán reabrir el corredor de Lachín, que conecta Armenia con Nagorno Karabaj, una región disputada entre estas dos exrepúblicas soviéticas.
"He hablado por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores, Bayramov Jeyhun y he reiterado mi preocupación por la difícil situación humanitaria de los armenios de Karabaj", explicó Borrell a través de la red social X.
"El corredor de Lachín debe ser reabierto ya. Otras vías, como la de Aghdam, se pueden abrir como parte de la solución, pero no son una alternativa", agregó.
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Además, criticó las "supuestas elecciones presidenciales" en Stepanakert, la capital de Nagorno Karabaj, consignó la agencia de noticias Europa Press
"La UE cree que es importante que los armenios de Karabaj consoliden una dirigencia 'de facto' que pueda y quiera comprometerse con unas negociaciones para lograr resultados con Bakú", la capital azerbaiyana, añadió.
El pedido para reabrir el corredor de Lachín también formó parte de los discursos del presidente Alberto Fernández en la cumbre de jefes de Estado del G20 que se celebra en Nueva Delhi.
"En un tiempo en el que la guerra se libra en el este europeo y se multiplican conflictos violentos de menor atención pública pero igual de dolorosos, como el bloqueo de Azerbaiyán en el corredor de Lachín, que provoca una crisis humanitaria que una vez más castiga al pueblo armenio en parte de su territorio, la Argentina reafirma su compromiso ineludible con el multilateralismo como método supremo de entendimiento internacional", expresó Fernández al final de su discurso de la segunda sesión plenaria del G20.
Y continuó: "Cuenten con la Argentina para avanzar hacia un futuro donde el azar del nacimiento no sea una marca indeleble de la inequidad. Cuenten con la Argentina para construir un mundo más justo, cooperativo, pacífico y fraterno. No hay por delante nada que importe más".
Desde 1991, tras la disolución de la Unión Soviética, Nagorno Karabaj está controlado por separatistas armenios que establecieron allí una "república" independiente que no cuenta con reconocimiento internacional, y que es apoyada militarmente por la vecina Armenia.
Estos dos países del Cáucaso llevan décadas inmersos en una disputa por el enclave, reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, y libraron dos guerras por el control de este territorio, una en la década del 90 y otra en 2020.
La segunda terminó con acuerdo de paz firmado de forma trilateral entre Armenia, Azerbaiyán y Rusia, quien mantiene presencia militar como fuerza de paz desde entonces.
Sin embargo, las conversaciones se vieron obstaculizadas, entre otros motivos, porque Armenia acusó durante meses a Azerbaiyán de impedir el tráfico a través del corredor de Lachín, una corta ruta en medio de las montañas que conecta Armenia con los asentamientos con la población armenia de Nagorno Karabaj, desatando una difícil situación humanitaria en la región.
El ministro de Exteriores de Armenia, Ararat Mirzoyan, declaró que la población de Nagorno Karabaj ya no recibe las 400 toneladas de bienes de consumo esenciales diarios.
En tanto, Azerbaiyán sostiene que Armenia está reforzando sus tropas a lo largo de la frontera para realizar una acción militar.
Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) le pidió el 17 de agosto a Azerbaiyán la apertura "inmediata" del corredor e instó a ambos países a no politizar la ayuda humanitaria.
Con información de Télam