Agricultores de Cataluña volvieron a movilizarse hoy con tractoradas y cortes de rutas, incluyendo algunos puntos de una transitada autopista que une la región del noreste de España con Francia, en denuncia de la competencia desleal de productos de países de fuera de la Unión Europea (UE).
Decenas de agricultores, concentrados desde anoche, se aglutinaban con sus tractores en ambos sentidos de la autopista a unos 40 kilómetros de la frontera con Francia, informó la agencia de noticias AFP.
La autovía A2, que une a Barcelona con la capital española, también se encontraba cortada, así como otras rutas nacionales del interior de esta región de 8 millones de habitantes.
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Por el momento no se registraron incidentes, informó la agencia de noticias francesa.
Esta movilización se produce tras otras convocadas en las últimas semanas, en todo el país.
La medida centra sus protestas contra la "competencia desleal de importaciones" fuera de la UE, que según los manifestantes "no cumplen las mismas condiciones exigidas a las producciones agrícolas de los países miembro", así como la "reducción efectiva de la burocracia", según un comunicado emitido por el sindicato Unió de Pagesos, uno de los convocantes.
Los agricultores españoles comenzaron a dar estas demostraciones de fuerza desde principios de mes, cuando columnas de casi un millar de tractores tomaron durante tres días consecutivos las rutas españolas, sobre todo en las regiones de Castilla y León, Castilla la Mancha, Valencia y Asturias.
En su momento, los sindicatos Asaja, Coag y UPA justificaron el bloqueo de rutas, señalando el "malestar" que siente gran parte del sector ante un trabajo considerado precario y difícil.
La medida se reprodujo a nivel nacional: para mediados de febrero, agricultores y ganaderos españoles protestaron con sus tractores frente al Ministerio de Agricultura, en pleno centro de Madrid.
Tras una reunión mantenida ese día con el ministro del área, Luis Planas, se anunció una serie de medidas para llegar a una solución, aunque el sector descartó un acuerdo definitivo y anunció la continuación de las protestas.
En las últimas semanas, las movilizaciones resurgieron y miles de agricultores volvieron a manifestarse ayer en Madrid, tras la protesta del pasado miércoles, cuando unos 500 tractores entraron en la capital para protestar por los problemas del sector.
Al igual que sus colegas en otros países europeos, que el lunes llevaron a 900 tractores a Bruselas, los agricultores españoles se quejan de la burocracia y complejidad de las normas europeas, así como de los precios bajos a los que venden sus productos y de la competencia, que consideran desleal, de los artículos extranjeros.
España, a menudo descrita como la "huerta de Europa", es el primer exportador europeo de frutas y hortalizas, pero su sector agrario atraviesa dificultades, debido sobre todo a la sequía que asola el país desde hace tres años.
El presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, había afirmado a principios de mes en el Congreso que su gabinete "está con el campo", y puso en valor las medidas "desplegadas en estos últimos cinco años" para apoyar al sector.
Sánchez se comprometió a mejorar la ley de 2013 sobre la cadena alimentaria para evitar que los agricultores españoles vendan a pérdida, y a simplificar la aplicación de la Política Agrícola Común (PAC) europea, considerada excesivamente burocrática por los agricultores.
No obstante, el partido de extrema derecha Vox, tercera fuerza en el Parlamento y negacionista del cambio climático, es muy crítico del Pacto Verde europeo, que incluye medidas de transición ecológica en el agrosector, y lo acusa de querer "destruir" la agricultura en la península ibérica.
Con información de Télam