El pacto entre la CGT y la UIA, con aval del gobierno nacional, sorprendió en parte del arco gremial y entre los abogados laboralistas por el contexto de emergencia en el que se concretó. Luego de las medidas que adoptó el gobierno de Alberto Fernández para proteger el empleo y compensar las pérdidas de las empresas que tienen dificultades para pagar salarios, la propuesta de la mesa chica de la central sindical y de los industriales comprende un golpe al poder adquisitivo de miles de trabajadores suspendidos en los meses de abril y mayo.
Los dirigentes sindicales y los abogados laboralistas consultados por El Destape expresaron su preocupación por el documento, que no es vinculante, y marcaron la falta de precisiones respecto a cuándo y cómo se recuperará el 25% del recorte salarial a los trabajadores suspendidos. Los mecánicos habían sido los primeros en homologar la rebaja y tras este “scrum” sindical-empresarial ahora avanzaron los gremios de comercio y metalúrgicos. Gastronómicos, textiles, autopartes y jardineros serían otros que avanzarían en el mismo sentido.
Luego del acuerdo, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) ya se convirtió, rápidamente, en el primer sindicato que firmó su convenio de suspensiones con una rebaja salarial. Antonio Caló y tres de las cinco cámaras del sector empresarial pactaron el pago del 70% del salario bruto, un 86% del neto, para los trabajadores que estén sin tareas por la cuarentena, durante cuatro meses.
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Mientras que el gremio que conduce Armando Cavalieri acordó junto a la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECYS), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Unión de Entidades Comerciales Argentinas (UDECA) que los comercios que no estén abiertos durante la cuarentena obligatoria queden habilitados a aplicar una rebaja de hasta un 25% del salario de los trabajadores suspendidos.
Frente a este tema, se espera un fuerte pronunciamiento en las próximas horas de la Corriente Federal, que lidera el bancario Sergio Palazzo.
"Todos conocemos al empresariado argentino que aprovecha este tipo de acuerdos para institucionalizarlos a lo largo del tiempo", aseguró a El Destape Radio el secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia. Y apuntó: "Todos sabemos cuánta plata ganó Camargo Correa en los últimos años. No nos hicieron parte de las ganancias, y ahora nos quieren hacer parte de las pérdidas".
En Twitter, el secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, apuntó contra los empresarios a quienes les reclamó una contrapartida frente a este avance: “¿No será momento de que firmen acuerdos para bajar los precios?”. Desde el gremio señalaron a este medio que el Gobierno “se equivoca al discutir este tema” y hablan de “capitulación sindical” por parte de la mesa chica de la CGT, conducida por Héctor Daer y Carlos Acuña.
"El acuerdo de la CGT y la UIA de suspensiones y rebaja salarial la CTA lo tiene que rechazar claramente, porque no podemos hablar de una baja generalizada de salarios y acordar con los empresarios una baja del 25%", dijo Yasky, en declaraciones a FM La Patriada.
Las palabras que apuntan contra el Ejecutivo se relacionan con el aval que llegó desde el entorno de Alberto Fernández. Los ministros Matías Kulfas y Claudio Moroni figuran como partícipes de la reunión tripartita en la que se consensuó el ajuste salarial, pero no firmaron. Se desconoce la razón, aunque tampoco salieron a desmentirlo. La que sí habló fue Cecilia Todesca, quien advirtió que “a la salida de esta crisis vamos a tener más desempleo y peor distribución del ingreso”. En diálogo con El Destape Radio, la vicejefa de Gabinete respaldó: “El objetivo de la CGT y la UIA es cuidar el empleo. A veces, se sacrifica una parte de salario, en pos de cuidar los puestos de trabajo”.
El titular de un sector de la CTA Autónoma, Pablo Micheli, consideró que es un “retroceso terrible” y “una extorsión barata plantear que habría despidos si no se rebajan los salarios, hay un decreto firmado por el presidente que los prohíbe”. En diálogo con El Destape, Micheli consideró un error que el Estado lo avale, porque “la rebaja salarial es una vieja receta neoliberal que ha dado resultados desastrosos en la Argentina”.
La CTA Autónoma (CTAA) rechazó este martes el acuerdo firmado entre la CGT y la Unión Industrial Argentina, y se pronunció por "una emergencia sanitaria con derechos". En un documento difundido con la firma de los secretarios general y adjuntos de la central obrera, Ricardo Peidro, Hugo Godoy y Claudia Baigorria, sostienen que el acuerdo permite a los empresarios hacerse cargo solo de "una pequeña parte y con un costo insignificante en función de sus ingresos y ganancias habituales".
También mostró su enérgico repudio la CGT Regional Córdoba que, a través de un comunicado, advirtió por “la flexibilización laboral” que permite el pacto y denunció “actitudes de algunos sectores y empresas que modifican condiciones laborales y salariales con el objetivo de mejorar su posición en desmedro de las relaciones laborales y la baja salarial”.
También demostró su preocupación el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Matías Cremonte. “Es un mensaje, una suerte de carta de intención que avala la reducción de salarios”, dijo en El Destape Radio. “Veníamos en la defensa de que la crisis por el aislamiento no debía significar ningún tipo de pérdidas en el salario de ningún trabajador, va en el sentido contrario de lo que dicen los primeros decretos del Gobierno. Inclinan la balanza para un lado en la discusión de quién debe pagar los costos de la crisis”. Cremonte considera que “reducir los salarios es un remedio peor que la enfermedad”.