Las autoridades estadounidenses descartaron este jueves que haya sobrevivientes del trágico accidente aéreo de esta madrugada, cuando un helicóptero militar chocó en Washington con un avión de la compañía American Airlines en el que viajaban 64 personas. Todos cayeron a las aguas congeladas del río Potomac, donde este jueves los rescatistas lograron recuperar partes del helicóptero y de la aeronave, además de 27 cuerpos. El jefe de bomberos y servicios de emergencia de Washington, John Donnelly, confirmó que no hay sobrevivientes del accidente y que los equipos de rescate pasaron de "una operación de búsqueda y rescate a una de recuperación".
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Un helicóptero militar Black Hawk, con tres personas a bordo, y un avión comercial Bombardier CRJ700 de American Eagle (filial regional de American Airlines), con 60 pasajeros y cuatro tripulantes, colisionaron en el momento de la aproximación de este último a la pista 33 del aeropuerto Ronald Reagan (DCA). Este es el accidente aéreo más grave en EE.UU. en casi 24 años y según el secretario de Transporte, Sean Duffy, "era evitable", aunque la investigación todavía está en marcha.
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El secretario explicó que el fuselaje del avión de American Eagle quedó invertido y se encontró en tres secciones distintas en aguas de poca profundidad. Duffy indicó que las tareas de recuperación de los restos continuarán a lo largo del día y que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, en inglés), agencia independiente encargada de investigar accidentes de transporte civil, analizará los restos para esclarecer las causas del siniestro.
Anoche, cuando se produjo el accidente, las condiciones meteorológicas en Washington eran óptimas, con cielo despejado y sin fuertes vientos. Audios que se filtraron de comunicaciones de radio con la torre de control muestran que los controladores avisaron al helicóptero de tráfico en su vecindad y que estuvieran pendiente del CRJ700.
Duffy explicó que el helicóptero "seguía un patrón estándar" y que el avión de American Eagle de igual forma estaba en una trayectoria normal de aproximación al aeropuerto. "Algo salió mal", afirmó.
El accidente aéreo ocurrido en Washington D.C. rememora otra tragedia que vivió la capital de Estados Unidos en 1982, cuando el vuelo 90 de Air Florida se estrelló al poco de despegar, cayendo al río Potomac, y perecieron 74 de sus ocupantes y cuatro transeúntes. Solo sobrevieron cinco personas.
Qué dijo Donald Trump
El presidente estadounidense, Donald Trump, agradeció este miércoles el trabajo del personal de emergencias tras el choque y pidió que Dios bendiga a los implicados.
"Me han informado detalladamente sobre el terrible accidente que acaba de ocurrir en el Aeropuerto Nacional Reagan. Que Dios bendiga sus almas. Gracias por el increíble trabajo realizado por nuestros socorristas. Estoy monitoreando la situación y proporcionaré más detalles a medida que surjan", dijo en un mensaje facilitado por la Casa Blanca.
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