Este lunes por la noche, seguidores del presidente saliente, Jair Bolsonaro, trataron de ingresar a la sede de la Policía Federal en Brasilia y quemaron al menos dos colectivos y diez autos. Los militantes bolsonaristas llegaron hasta las inmediaciones del hotel donde se hospeda el mandatario electo Luiz Inácio Lula da Silva y eso provocó que su seguridad fuera reforzada. El hecho se produjo luego de que el presidente del TSE (Tribunal Superior Electoral), Alexandre de Moraes, determinara la detención por diez días del indígena José Acácio Serere Xavante, por la práctica de conductas ilícitas en actos con agendas antidemocráticas, mediante la amenaza de agresión y persecución contra Lula.
Sin embargo, avanzada la noche la situación parece haber quedado bajo control. El senador Randolfe Rodrigues afirmó que el perímetro donde el presidente Lula y el vicepresidente Alckmin está bajo resguardo de la Policía Militar y la Policía Federal. "En este momento no existe riesgo para la integridad física del Presidente, el Vicepresidente y la delegación. Refuerzo: ¡nadie quedará impune!", dijo en Twitter.
En el mismo sentido, el futuro ministro de Justicia del tercer Gobierno de Lula, el senador electo Flávio Dino, acusó al Gobierno saliente de Bolsonaro de hacer "caso omiso" a todos los disturbios: "El Gobierno federal sigue haciendo caso omiso a esta situación grave y absurda", sentenció y prometió que habrá medidas para distribuir las responsabilidades de lo que sucedió esa noche, según el portal de noticias G1.
"O governo federal segue omisso diante dessa situação grave absurda. Nós não temos ainda a caneta na mão, estou falando com Ibaneis (governador do DF), Andrei [Passos, futuro diretor da PF] com a Secretaria de Segurança Pública do Distrito Federal, mas o governo federal precisa dar respostas”, afirmou.
Según la policía, Serere Xavante realizó manifestaciones antidemocráticas en varios lugares de Brasilia, como frente al Congreso Nacional, en el Aeropuerto Internacional de Brasilia (donde invadieron la zona de embarque), en la Centro comercial Park, en la Esplanada dos Ministérios y frente al hotel donde se hospedan el Presidente y el Vicepresidente electos de la República.
Al examinar la solicitud, el ministro del TSE enfatizó que la conducta del investigado, ampliamente difundida en la prensa y difundida en las redes sociales, es de "un grado agudo de gravedad" y revela los riesgos derivados de su mantenimiento en libertad, ya que que Serere Xavante convocó expresamente a personas armadas para impedir la diplomacia de los funcionarios electos.
Al momento, los manifestantes quemaron dos colectivos y diez autos, según reportó CNN Brasil. Los bolsonaristas llegaron hasta el garage del hotel de Lula, en un claro gesto antidemocrático y amedrentador, según informó la prensa brasileña.
Bolsonaro alienta a seguidores en día que Lula recibe el título de presidente
El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, alentó este lunes a sus seguidores más radicales, que exigen un golpe de Estado, en el día en que su rival Lula recibió el diploma que le acredita como presidente electo.
Bolsonaro acudió al encuentro de centenares de seguidores que se congregaban frente a los jardines del palacio de Alvorada, su residencia oficial, y quienes llevan un mes pidiendo una "intervención" militar para impedir la investidura de Lula.
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El líder de la ultraderecha saludó a los presentes, pero se mantuvo en silencio, mientras un colaborador suyo, el sacerdote Genésio Ramos, pronunciaba a su lado un encendido discurso contra Lula, que fue repetido palabra por palabra por los centenares de presentes.
El cura Ramos llamó a Lula "bandido canalla" y profirió duras críticas a los 14 años de Gobierno de Lula y de su sucesora y compañera en el Partido de los Trabajadores (PT), Dilma Rousseff.
"Dios bendiga al pueblo brasileño, que durante 14 años fue robado, fue violado por una organización criminal. Eso lo digo yo, padre Genésio. El discurso es enteramente mío", dijo el sacerdote y al instante repitieron a coro cientos de personas, que incluso dijeron la aclaración de que el discurso era a título personal.