El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, recibió este lunes una invitación formal para visitar este mes en la Casa Blanca al mandatario estadounidense, Joe Biden, trasladada por una misión del gobierno de Estados Unidos encabezada por el consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, y el Director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González.
"Recibí hoy del asesor de seguridad de Estados Unidos, Jake Sullivan. La invitación del presidente Joe Biden para visitarlo en la Casa Blanca. Estoy emocionado de hablar con el presidente Biden y profundizar la relación entre nuestros países", tuiteó el futuro presidente de Brasil. Sin embargo, el ex ministro Celso Amorim, uno de los principales asesores del mandatario electo en asuntos internacionales, estimó que el encuentro recién se concretará después de la asunción presidencial, el 1 de enero próximo.
Si bien el propio Lula había dicho el viernes que la reunión con Biden podía darse después del 12 de diciembre, cuando recibirá el diploma de presidente electo por parte del Tribunal Superior Electoral, Amorín lo estimó poco probable. Según el diplomático, Lula "valoró mucho" el interés de la Casa Blanca en recibirlo pronto, pero indicó que es más probable que el encuentro se produzca "luego del inicio del año, ya en una visita oficial como presidente".
La reunión comenzó a las 11 de la mañana en el hotel donde se hospeda Lula en Brasillia. También asistieron a la reunión Fernando Haddad, uno de los nombres que circula como posible ministro de Hacienda; y el ex ministro Amorim.
Más temprano, antes de reunirse con Lula, Sullivan se reunió con el senador Jaques Wagner, otro influyente dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), la fuerza de Lula.
Según la Casa Blanca, Sullivan discutió cómo Estados Unidos y Brasil pueden continuar trabajando juntos para abordar desafíos comunes, incluidos el cambio climático y la seguridad alimentaria. La promoción de la inclusión y la democracia, además de la gestión de la inmigración regional, también fue discutida, siempre según el Gobierno estadounidense.
Un tema central para Estados Unidos en la región son los importantes flujos migratorios, que en general desembocan en su frontera sur. Este es uno de los asuntos que más complica al presidente demócrata frente a su base electoral más progresista que reclama una política de fronteras más flexibles y dejar atrás las políticas represivas, que tanto celebran los dirigentes republicanos.
Otro tema prioritario para los estadounidenses es la delicada situación en Haití, informó el medio local O Globo.
Cuando Lula fue elegido, Biden fue uno de los primeros en reconocer la victoria. Al día siguiente, telefoneó al PT y se comprometió a mantener abiertos los canales de comunicación entre los dos países durante la transición. Aún en campaña, Estados Unidos jugó un papel importante al presionar al gobierno de Jair Bolsonaro para evitar cualquier maniobra que pretendiera evitar el reconocimiento de un resultado electoral desfavorable para el mandatario.
En ese mismo sentido, la actual delegación estadounidense que viajó a Brasilia tiene planeado reunirse con el almirante Flavio Viana Rocha, que es el secretario de Asuntos Estratégicos del presidente Bolsonaro, informó la prensa local.
Con información de Télam