La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (Acnudh) dijo hoy que cientos de civiles fueron ejecutados por tropas rusas en las primeras semanas de la invasión a Ucrania y que podrían haber sido víctimas de crímenes de guerra.
En un informe, Acnudh documentó ejecuciones de al menos 441 civiles en solo tres regiones de Ucrania entre el 24 de febrero -fecha del inicio de la invasión- y el 6 de abril de 2022.
El estudio, presentado ante el Consejo de Derechos Humanos, con sede en Ginebra, Suiza, detalla que fueron 341 hombres, 72 mujeres, 20 niños y ocho niñas y que los crímenes se cometieron en 102 pueblos en las regiones de Kiev, Chernigov y Sumy.
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"Es probable que las cifras reales sean considerablemente mayores, ya que estamos trabajando para corroborar otros 198 presuntos asesinatos en estas regiones", declaró el Alto Comisionado de DDHH de la ONU, Volker Türk, ante el Consejo.
"Hay fuertes indicios de que las ejecuciones sumarias documentadas en el informe pueden constituir el crimen de guerra de homicidio intencional", agregó Türk, quien visitó Ucrania la semana pasada y proporcionó detalles sobre los hallazgos.
"En algunos casos, los soldados rusos ejecutaron a civiles en lugares de detención improvisados", aseguró.
"Otros fueron ejecutados de manera sumaria en el lugar tras controles de seguridad, en sus casas, patios y portales, incluso cuando la víctima había demostrado claramente que no constituía una amenaza, por ejemplo, levantando las manos", agregó.
Según el informe, el 88% de las víctimas de ejecuciones sumarias documentadas en el eran hombres o niños, "lo que indica que fueron objeto de ataques desproporcionados por motivos de género", detalló Türk, informó la agencia de noticias AFP.
A estas ejecuciones sumarias se sumaron ataques intencionados contra edificios residenciales, lo que mató a civiles en sus propias casas.
Las ejecuciones no se limitaron a áreas específicas, pero unas fueron más afectadas que otras. En Bucha, una localidad en la periferia de Kiev, se descubrieron los cuerpos de cientos de civiles después de que los rusos se retiraron de la zona en marzo.
Según el informe presentado por Türk, 73 civiles murieron en la localidad, entre ellos tres niños, entre el 4 y el 30 de marzo. Su oficina está "corroborando 105 supuestos asesinatos adicionales de civiles".
Con información de Télam