Tras 85 días y 18 horas de erupción, el Volcán Cumbre Vieja, en la isla de La Palma, en Canarias, España, fue declarado esta Navidad apagado por los científicos ya que a lo largo de los últimos diez días no se registró ningún tipo de actividad.
"Hoy el comité científico puede decir que la erupción ha terminado", anunció Julio Pérez, director del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca), en una conferencia de prensa en el día de Navidad.
A tres meses de haber comenzado la erupción, el funcionario agregó que "no hay lava y piroclastos, no hay emisión de gas significativa. No hay sismos significativos".
El Cumbre Vieja había entrado en erupción el pasado 19 de septiembre, y luego de diez días consecutivos sin haberse detectado signos visibles de actividad volcánica, las autoridades de Canarias anunciaron oficialmente el fin de la erupción más prolongada en la historia de La Palma desde que hay registros.
Las autoridades estiman que llevará varios años limpiar, reconstruir y colonizar el terreno reconfigurado de la isla, que al igual que las otras seis del archipiélago atlántico de Canarias, son de origen volcánico.
De todas maneras, aunque lo peor haya pasado, los expertos advierten que la zona afectada mantiene su peligrosidad, ya que se siguen emitiendo algunos gases volcánicos tóxicos, la lava sigue estando a altas temperaturas y hay riesgo de colapso de terreno.
La erupción del volcán obligó a más de 7.000 personas a evacuarse, mientras que 1.345 perdieron sus viviendas y unas 500 aún permanecen viviendo en hoteles.
La lava cubrió 1.250 hectáreas y las coladas que fluían hasta el mar formaron nuevas penínsulas en la isla, una de 44 hectáreas y otra de 5.
Sin embargo, a los largo de los 85 días no se registraron muertos de manera directa, según señaló AFP.
Los 83.000 habitantes de La Palma no olvidarán la lluvia de cenizas, los gases tóxicos que obligaron a confinar a los residentes cercanos en varias ocasiones y el penacho que se elevaba desde el cono del Cumbre Vieja.
La lava afectó en gran medida a las plantaciones de plátano, uno de los motores económicos de La Palma y que representa el 50% de su PIB.
Los daños podrían superar los 900 millones de euros, según el presidente regional de Canarias, Ángel Víctor Torres.
El gobierno del presidente Pedro Sánchez, quien viajó numerosas veces a La Palma, destinó hasta ahora 225 millones de euros (253 millones de dólares), para adquirir de urgencia viviendas y enseres, entregar ayudas directas a agricultores y pescadores o brindar apoyo social y psicológico a los afectados.
Con información de Télam