El presidente de Rusia, Vladimir Putin, promulgó hoy una ley que endurece las penas por los delitos cometidos en tiempos de guerra, que eleva hasta 10 años de prisión la rendición voluntaria, la negativa a combatir o la deserción militar, mientras continúan las protestas en el país contra la movilización de reservistas para la ofensiva en Ucrania.
Estas enmiendas del Código Penal, que habían sido votadas en el Parlamento ruso esta semana, fueron publicadas hoy en el portal legal del Gobierno, lo que confirma su entrada en vigencia.
Las reformas prevén penas de hasta 10 años de cárcel para los soldados que deserten, se rindan "sin autorización" al enemigo, se nieguen a combatir o desobedezcan órdenes en periodo de movilización, reportó la agencia de noticias rusa Sputnik.
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En tanto, los actos de saqueo o de violencia, como resistir a un comandante, obligarlo a incumplir sus compromisos o atacarlo mientras está en servicio, serán castigados con hasta 15 años de prisión.
También se establece responsabilidad de hasta siete años de prisión por violar las normas de posesión de armas, municiones y equipos militares que hayan resultado en su pérdida por negligencia.
Estos cambios legislativos se producen pocos días después de que Putin anunciara una movilización para reforzar a su ejército en la ofensiva en Ucrania.
La orden de movilización, que afecta a unas 300.000 personas según las autoridades, suscitó preocupación en parte de la población que manifestó este sábado su descontento en las calles.
Según OVD-Info, una organización especializada en el recuento de arrestos, al menos "707 personas ya fueron detenidas en 32 ciudades" de toda Rusia, y, de ellas, más de la mitad en Moscú, mientras no se conocieron reportes oficiales.
En la capital rusa fue desplegado un importante dispositivo policial en el barrio de Chistyye Prudy, en el centro, observaron periodistas de la agencia AFP.
La mayoría de los manifestantes presentes deambulaban o permanecían quietos de forma individual o por grupos pequeños para evitar ser detectados y detenidos por la policía, que de todos modos lograba dar con ellos y aprehenderlos.
"¡No somos carne de cañón!", lanzó una mujer mientras un grupo de policías antidisturbios se la llevaban a la fuerza. Ese es uno de los lemas de los manifestantes que se oponen al envío de reservistas a Ucrania.
En San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, en el noroeste, la policía se llevó a una treintena de personas a bordo de un autobús del cuerpo de seguridad, confirmó la agencia de noticias francesa.
El miércoles, cuando Putin anunció la movilización de reservistas, cerca de 1.400 manifestantes fueron detenidos en toda Rusia.
Algunos relataron que las autoridades les entregaron la orden de movilización en la comisaría.
El Kremlin defendió esa práctica, asegurando que no es "ilegal".
En cambio, cientos de ciudadanos manifestaron ayer en Moscú y San Petersburgo para apoyar la ofensiva y la anexión de zonas controladas por Rusia, y no fueron arrestadas.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania el pasado 24 de febrero, las manifestaciones contra la ofensiva han sido fuertemente reprimidas en el país, con miles de personas detenidas.
En medio de este contexto, el presidente del Consejo Europeo (CE), Charles Michel, se mostró hoy a favor de que la Unión Europea (UE) entregue visados que permitan el ingreso de ciudadanos rusos que se oponen a ir a la guerra en Ucrania.
El líder europeo considera que el bloque tiene que mostrar cierta "apertura a aquellos que no quieren ser instrumentalizados por el Kremlin", en alusión a los que optan por rechazar la "movilización parcial" anunciada por Putin con el objetivo de reforzar el frente en los territorios ucranianos ocupados.
"La UE debería albergar a aquellos que corren peligro por sus opiniones políticas. Si en Rusia la gente está en peligro por sus opiniones políticas, por no seguir esta loca decisión del Kremlin de lanzar esta guerra en Ucrania, debemos tener esto en cuenta", manifestó en una entrevista para el medio estadounidense Politico y citada por la agencia de noticias Europa Press.
La posibilidad de que la UE abra sus puertas a ciudadanos rusos se da en un contexto en el que el bloque acaba de acordar la suspensión del acuerdo con Rusia sobre facilitación de visados tras la insistencia de varios Estados.
Además, los países que tienen frontera terrestre con Rusia (Polonia, Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania), decidieron restringir los cruces.
En tanto, en Rusia, otra medida promulgada este sábado facilitó el acceso a la ciudadanía rusa para aquellos extranjeros que se alisten en el ejército ruso por lo menos un año, sin tener que justificar cinco años de residencia en el país, como suele requerirse.
Esta enmienda a la Ley Sobre la Ciudadanía de la Federación Rusa parece enfocarse a los migrantes procedentes de exrepúblicas soviéticas de Asia central, que, en grandes aglomeraciones como Moscú, suelen dedicarse a trabajos de baja cualificación.
No obstante, antes de la promulgación de esta normativa, Kirguistán y Uzbekistán instaron esta semana a sus ciudadanos a no participar en ningún conflicto.
Con información de Télam