Las fuerzas de seguridad arrestaron a 1.311 personas en Francia en la cuarta noche de disturbios por el asesinato de Nahel, un adolescente de 17años, a manos de la policía cuando se negó a un control. Esta cifra representa un alza con respecto a la noche del jueves, en la que fueron detenidas 875 personas, según el Ministerio. El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, informó que la violencia fue de "una intensidad mucho menor" que en las noches anteriores, pero su cartera registró el récord de detenidos desde el inicio de la revuelta en la noche del martes y 79 policías y gendarmes heridos.
Los incidentes comenzaron en el suburbio parisino de Nanterre a raíz de la muerte de Nahel, cuyo funeral se lleva a cabo este sábado en Nanterre, el suburbio a 15 kilómetros de París en el que vivía, en donde un policía -que ya está detenido- le disparó a quemarropa. Allí, los habitantes se prepararon para las exequias. "El sábado 1 de julio será, para la familia de Nahel M., un día de recogimiento", escribieron los abogados de la familia, instando a los medios de comunicación a no asistir a la ceremonia para "darle a las familias en duelo la intimidad y el respeto que necesitan". Nahel no es el único que sufrió la violencia policial, según informó Télam, sólo el año pasado, 13 personas fueron víctimas del gatillo fácil.
La muerte del joven, cuya familia es oriunda de Argelia, agitó el debate sobre la violencia policial en Francia y generó críticas a las fuerzas policiales, percibidas como racistas por una gran parte de la población.
En tanto, en este contexto, el Gobierno decidió suspender todos los grandes eventos y pidió que los tranvías y los autobuses dejaran de circular en todo el país a partir de las 21.
Las autoridades informaron que 1.350 vehículos fueron incendiados o dañados, 234 edificios quemados o deteriorados y se registraron 2.560 incendios en la vía pública. Las protestas que se propagaron por todo el país a pesar del despliegue de 45.000 agentes y del uso de blindados para intentar contenerlas, pero no lograron detener los actos considerados de vandalismo en ciudades como Marsella (sur) o Lyon y Grenoble, ambas en el centro-este, donde se detectaron saqueos en comercios.
MÁS INFO
En París y en sus suburbios, a pesar de la lluvia, también se registraron disturbios el sábado de madrugada. En esa zona, se produjeron 406 detenciones, indicó una fuente policial a la agencia de noticias AFP. Las autoridades impusieron toques de queda en al menos tres localidades de la región de la capital francesa y en varias otras del país.
Pedido de la ONU y de la selección de fútbol
Entretanto, la ONU pidió a las autoridades francesas ocuparse seriamente de los "profundos" problemas de "racismo y discriminación racial" en sus fuerzas de seguridad, unas acusaciones que la Cancillería francesa calificó de "totalmente infundadas".
Mounia, la madre de la víctima, dijo en la cadena France 5 que no culpa a la Policía, sino solo al agente que le quitó la vida a su hijo.
La justicia decretó prisión preventiva por homicidio voluntario para el agente de 38 años autor del disparo que, según su abogado, pidió "perdón a la familia" de Nahel.
Por su parte, En un intento de apaciguar la situación, la Selección francesa de fútbol, capitaneada por Kylian Mbappé, señaló en un comunicado que "el tiempo de la violencia debe parar" y dejar lugar a "maneras pacíficas y constructivas de expresarse". "Desde este trágico suceso, asistimos a la expresión de una cólera popular que comprendemos en el fondo, pero no podemos aceptar en la forma", escribieron los futbolistas, según consignó el diario Le Monde.
Los futbolistas dijeron sentirse "marcados", "conmocionados por la muerte brutal" e imposibilitados de "permanecer insensibles a las circunstancias en las que se produjo esta pérdida inaceptable"; y aclararon: "Desde este trágico suceso, hemos asistido a la expresión de la cólera popular, cuyo fondo comprendemos, pero cuya forma no podemos consentir".
"Como muchos de nosotros procedemos de barrios populares, compartimos este sentimiento de dolor y tristeza. Pero este sufrimiento se suma al dolor de asistir impotentes a un verdadero proceso de autodestrucción. La violencia no resuelve nada, y menos cuando se vuelve inexorable e incansablemente contra quienes la expresan, sus familias, sus seres queridos y sus vecinos", remarcaron.
Los disturbios despertaron preocupación en otros países, pues Francia albergará el Mundial de Rugby el próximo otoño boreal y los Juegos Olímpicos en el verano boreal de 2024. Varios países europeos como el Reino Unido, Alemania y Noruega advirtieron a sus ciudadanos en Francia que eviten las zonas de disturbios y que extremen la precaución.
Con información de Télam