(Actualiza con liberación de dos policías)
Autoridades francesas detuvieron hoy a cinco policías de élite por la muerte de un hombre de 27 años durante una ola de protestas que este año sacudió al país luego de la muerte de un adolescente en un otro caso de abuso policial mediante la modalidad de gatillo fácil, aunque luego fueron liberados dos de los detenidos.
La Fiscalía de Marsella, en el sudeste francés, indicó en un comunicado que se puso en custodia policial a cinco agentes del cuerpo de elite RAID a pedido de un juez de instrucción en el marco de una investigación abierta el 4 de julio.
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Pero poco más tarde dos de ellos fueron puestos en libertad, informó el ente judicial.
"Se mantiene bajo custodia a los otros tres policías", dijo el fiscal de Marsella, Dominique Laurens, citado por la agencia de noticias AFP.
La muerte de Nahel M., un adolescente de 17 años, por un disparo a quemarropa de la Policía durante un control de tránsito en las afueras de París el 27 de junio, desató más de una semana de disturbios nocturnos en Francia.
En la noche del 1 al 2 de julio, Mohamed Bendriss, de 27 años, circulaba con su motocicleta por una zona de Marsella en la que se registraban protestas, y fue encontrado sin vida frente a la casa de su madre.
Todo indicaba que se había tratado de un accidente de auto, pero, sin embargo, la autopsia demostró que el joven murió por un impacto en el tórax de un proyectil de tipo "flash-ball", lo que es compatible con el impacto de una bala de goma utilizada por la Policía de Francia.
No está claro si el hombre fallecido participaba de alguna manera en los disturbios o si solo pasaba por la zona.
La Policía y la Gendarmería habían realizado un amplio despliegue ese día en Marsella para contener la escalada de protestas derivadas de la muerte de Nahel, abatido por una bala disparada por un agente policial durante un control de tráfico cerca de París.
Las detenciones de los agentes del RAID se produjeron como resultado de la investigación de la Fiscalía de Marsella, que también citó a declarar a una veintena de agentes más.
La actuación policial se encuentra en el punto de mira en Francia desde hace años, y las críticas vuelven a resurgir con fuerza en cada episodio de protestas violentas o de disturbios, como el registrado semanas atrás.
Por otro caso ocurrido en Marsella, la Justicia imputó a cuatro policías por "violencia voluntaria" tras propinar una paliza a Hedi, un joven de 22 años, en julio durante las protestas por Nahel.
A Hedi se le tuvo que extirpar una parte del cráneo.
El mantenimiento en prisión preventiva de uno de los cuatro agentes acusados desató una ola de protestas en el seno de la policía, marcadas por un aumento de las bajas laborales y de los servicios mínimos.
Con información de Télam