El papa Francisco regresará mañana a la isla griega de Lesbos, símbolo del drama migratorio del Mediterráneo, en la que ya estuvo en abril de 2016 en un viaje del que luego regresó a Roma con 12 refugiados de tres familias sirias a los que el Vaticano ayudó a alojar en la capital italiana.
En el segundo día de su visita a Grecia que forma parte de una gira iniciada el jueves en Chipre, el Pontífice viajará a Lesbos desde Atenas a las 9.15 locales (4.15 de la Argentina) para dirigirse de inmediato al campo de refugiados de Mavrovouni, o Moria 2, donde sobreviven unas 2.500 personas, el 60% de ellas de Afganistán.
El gigantesco campo de Moria, que visitó en 2016 y en el que se alojaban unos 10.000 migrantes, fue destruido por un incendio en 2020, por lo que muchos de ellos fueron relocalizadas al centro en el que el Papa hablará este domingo en torno a las 11 locales (6 de la Argentina), frente a un grupo de 200 personas y tras escuchar los testimonios de un refugiado y de un voluntario.
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"Hace cinco años nos encontramos en Lesbos, en la emergencia de uno de los dramas más grandes de nuestro tiempo, el de tantos hermanos y hermanas migrantes que no pueden ser dejados en la indiferencia y vistos sólo como una carga que hay que gestionar o, todavía peor, que hay que delegar a otro", le recordó hoy en esa línea Francisco al Arzobispo ortodoxo Jerónimo II, quien lo acompañó en el viaje de hace cinco años.
Las 12 personas que regresaron con el Papa en 2016 ya están integradas en la sociedad italiana, con trabajo y viviendo en casas de Roma que pagan con los trabajos que han conseguido tras haber estudiado italiano en los centros de acogida de la comunidad católica San Egidio, el brazo operativo del Vaticano para los operativos de corredores humanitarios.
Con información de Télam