Francisco decreta que el Banco del Vaticano tenga revisores externos permanentes

07 de marzo, 2023 | 08.36

El papa Francisco decretó hoy que el Instituto para las Obras de Religión, (IOR), el denominado "banco del Vaticano", tenga revisores externos permanentes, al dar a conocer un nuevo estatuto de la entidad.

El pontífice definió que la obligatoriedad de revisores externos para las cuentas de la institución, que había introducido a prueba por dos años en 2019, pase a ser parte constitutiva de los estatutos.

"La auditoría legal de las cuentas la lleva a cabo un auditor externo designado (persona física o jurídica) por la Comisión de Cardenales, a propuesta de la Junta de Superintendencia, por un período de tres ejercicios económicos consecutivos, renovables por una sola vez", dispuso el pontífice en el escrito dado a conocer hoy.

Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

El IOR maneja unos 5.000 millones de euros de 14.000 clientes de todo el mundo.

Según el nuevo estatuto, "el auditor externo expresa su opinión sobre los estados financieros del Instituto con un informe específico" y "examina todos los libros y documentos contables", al tiempo que queda habilitado para "solicitar cualquier información útil para su propia actividad de auditoría".

En el estatuto anterior, que había sido establecido por san Juan Pablo II en 1990, no se establecía la obligatoriedad de que los revisores fueran externos a la estructura del IOR.

Con el cambio de exigir revisores externos, el documento de Francisco hace permanente otras novedades introducidas a prueba en 2019 en la estructura del IOR, que a partir de hoy quedará únicamente integrada por una comisión cardenalicia, el Prelado, el Consejo de Superintendencia y el Director.

"Deseo renovar aún más el Estatuto del Instituto para la Obras de Religión para hacerlo acorde con las más modernas necesidades organizativas así como con las necesidades operativas que se presenten en el día a día de la actividad del Instituto", fundamentó el Papa en el escrito difundido hoy.

Tras años rodeado de polémicas, el IOR es objeto desde 2013 de un proceso de transparencia impulsado por el Papa dentro de un plan generalizado del pontífice para adecuar al Vaticano a las normativas de los organismos que luchan contra el lavado a nivel europeo y mundial, como Moneyval.

En 2021, Moneyval, reconoció "los avances" del Vaticano en la materia gracias a las reformas aplicadas por Francisco en la estructura financiera de la Santa Sede.

"Moneyval reconoce los avances de la Santa Sede y la anima a seguir reforzando las medidas de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo", dijo en un informe el organismo tras una inspección hecha en octubre de 2020.

En 2022, al presentar su balance, la institución vaticana había informado que busca una clientela "cada vez más selectiva" en medio de la campaña de transparencia impulsada por el papa Francisco, y que cerró 400 cuentas durante 2021, mientras que su nivel de depósitos se ubica en torno a los 5.000 millones de euros.

En ese marco, el anuario del banco vaticano informó que a lo largo de 2021 pasó de 14.991 cuentas corrientes a 14.519, con una rebaja de 400 clientes (el 3% del total) por motivos informados oficialmente como "falta de los criterios de titularidad" o

"incumplimiento de las normas contractuales aplicables a las cuentas".

Según sus estatutos, el IOR no debería aceptar como clientes a "personas físicas que no tengan una relación estrecha con la Santa Sede y con la Iglesia Católica".

Con información de Télam