El papa emérito Benedicto XVI, el alemán Joseph Ratzinger, murió este sábado en el monasterio Matter Ecclesia -dentro de los jardines vaticanos- a los 95 años, a casi una década de su renuncia en 2013 a un pontificado breve y no exento de polémicas. El próximo jueves 5 de enero, desde las 9.30 en Plaza San Pedro, se realizará el funeral presidido por el Papa Francisco y desde la oficina de Prensa de la Santa Sede dieron lugar a un pedido especial del reciente fallecido.
Luego de anunciar el día y el horario del velatorio, el director de la oficina de prensa, Matteo Bruni, manifestó que el papa emérito había recibido la extremaunción el miércoles pasado -dado al grave estado de salud que lo atravesaba- y dio a conocer un pedido especial de Ratzinger antes de morir: solicitó que fueran "solemnes pero bajo el signo de la simplicidad".
Más allá de esto, desde el Vaticano resaltaron que el cuerpo de Benedicto XVI se encontrará expuesto en la Basílica de San Pedro desde el lunes 2 de enero por la mañana "para el saludo de los fieles" según Bruni. Apenas conocida su muerte, sonaron las campanas de la histórica Basilisca a modo de despedida y se cerró el ingreso del denominado Portón de Bronce como signo de luto.
Cabe recordar que la salud del pontífice emérito había sufrido un gran "agravamiento" en los últimos días, algo que había llevado al Papa Francisco a solicitar que los fieles rezaran por la salud de su antecesor. "Recordamos con conmoción su persona, tan noble y tan amable. Y sentimos en el corazón tanta gratitud: gratitud a Dios por haberlo donado a la Iglesia y al mundo; gratitud a él por todo el bien que ha hecho y por su testimonio de fe y de oración", escribió desde su cuenta oficial.
"Hablando de bondad, en este momento, el pensamiento va espontáneamente al queridísimo papa emérito Benedicto XVI, que nos ha dejado esta mañana", dijo el Pontífice durante la homilía que pronunció hoy durante la celebración de las Primeras Vísperas y Te Deum de acción de gracias. "Solo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia", agregó este sábado el Papa.
"Lo visito con frecuencia y salgo edificado de su mirada transparente. Vive en contemplación… Tiene buen humor, está lúcido, muy vivo, habla bajito pero te sigue la conversación. Me admira su inteligencia. Es un grande. Es un santo. Es un hombre de alta vida espiritual", lo recordó hace pocos días en declaraciones al diario español ABC.