El considerado "número 3" del Vaticano, el obispo venezolano Edgar Peña Parra, declarará el 16 de marzo en el juicio por supuesto fraude contra su antecesor, el cardenal Angelo Becciu, en el que se investiga una red de irregularidades financieras de miembros de la Curia en perjuicio del fondo de caridad del Papa, informaron fuentes vaticanas.
Peña Parra deberá presentarse como testigo ante el tribunal que desde mediados de 2021 investiga a Becciu y otras nueve personas por un presunto esquema de malversación del dinero de la Santa Sede en la compra de inmuebles que dejaron un rojo fiscal de cerca de 200 millones de euros, dijeron a Télam fuentes judiciales vaticanas.
Peña Parra asumió como Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano en 2018, tras los siete años de Becciu en el cargo considerado el tercero más importante de la Santa Sede, tras el del Papa y el del secretario de Estado.
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Becciu es el primer cardenal de la historia en ser juzgado por la justicia vaticana.
Peña Parra será así el funcionario en funciones con el cargo más alto en testimoniar en el proceso.
Desde julio de 2021, Becciu, es juzgado por "peculado y abuso de poder", junto a otras nueve personas y cuatro empresas.
Fue interrogado por primera vez, en un hecho inédito para la justicia vaticana, el 17 de marzo de 2022, cuando fue preguntado exclusivamente sobre una línea de la investigación, que busca esclarecer si fondos del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco vaticano, y de la Conferencia Episcopal italiana acabaron en manos de entidades y personas relacionadas con el cardenal enjuiciado.
Al elevar la investigación a juicio, dentro de las 73 páginas dedicadas a analizar la labor del purpurado, la fiscalía vaticana consideró que "también surgieron elementos contra el cardenal Giovanni Angelo Becciu, contra quien procedemos, como exige la ley, por los delitos de malversación y abuso de funciones también en concurso, así como soborno".
Según el acta de envío a juicio, la investigación mostró "una red de relaciones con los operadores del mercado financiero que generó pérdidas sustanciales para las finanzas del Vaticano, habiendo recurrido también a recursos destinados a las obras de caridad personal del Santo Padre", dentro de un megaesquema de fraudes.
Con información de Télam