Miles de manifestantes antivacunas salieron hoy nuevamente a las calles en toda Francia para protestar contra el pasaporte sanitario impuesto por el Gobierno de Emmanuel Macron y que hasta ahora ha conseguido que millones de personas se inoculen en el país europeo.
En la capital, París, miles marcharon desde la Torre Eiffel hasta el complejo arquitectónico Los Inválidos situado en el séptimo distrito de la capital, a unas 20 cuadras, al grito de "¡Libertad!".
Cada sábado desde julio, cientos de miles de personas de colectivos diversos, como los "chalecos amarillos", militantes antivacunas, los que apoyan teorías de conspiración y opositores al Gobierno de Macron protestan en el país contra el certificado sanitario, obligatorio en bares, restaurantes, transportes de larga distancia e incluso hospitales.
Desde julio, la cantidad de manifestantes ha mermado significativamente.
El pasaporte es un certificado de vacunación completo, un test negativo de coronavirus de menos de 72 horas o un certificado de recuperación de menos de seis meses.
En el recorrido de la marcha, algunos manifestantes abuchearon a los clientes de bares y restaurantes, según testigos citados por la agencia de noticias AFP.
También hubo marchas similares en la ciudad suroriental de Marsella, la segunda del país, donde la mayoría de los manifestantes circularon sin barbijo y ondeando la bandera francesa, con pancartas que decían "No a la discriminación. No a la intimidación: libertad".
Según una encuesta de la consultora Odoxa Backbone, el 67% de los franceses aprueban el pase sanitario que el presidente Macron no descarta prolongar más allá del 15 de noviembre.
La epidemia de Covid-19 ya provocó más de 115.000 muertes en Francia.
Con el inicio del ciclo lectivo y el regreso al trabajo presencial tras las vacaciones de verano europeo, los médicos se preparan a un posible aumento de los contagios, que alcanza actualmente una media de 17.000 diarios.
Con información de Télam