Rusia aprobará una vacuna contra el coronavirus el 10 de agosto o incluso antes, informó el director del fondo de riqueza soberana del Kremlin, Kirill Dmitriev. La vacuna, creada por el Instituto moscovita Gamaleya y todavía en fase dos, se aprobará para uso público, pero los trabajadores de atención médica de primera línea la recibirán primero, explicó Dmitriev a la cadena de noticias CNN.
"Es un momento como el del Sputnik", aseguró en referencia al lanzamiento soviético del primer satélite del mundo. "Los estadounidenses se sorprendieron cuando escucharon los pitidos del Sputnik. Es lo mismo con esta vacuna. Rusia habrá llegado primero", agregó.
Sin embargo, mientras muchos laboratorios y centros de investigación en el mundo están avanzando algunos de sus resultados en publicaciones científicas, Rusia no ha publicado datos concretos sobre las pruebas realizadas, informó la agencia de noticias EFE.
La vacuna la desarrollada por la firma Moderna en colaboración con instituciones públicas de Estados Unidos, que este lunes inició las pruebas clínicas de la Fase 3, pero gracias a una ley que le permitió acelerar los procesos de pruebas para acortar el tiempo de desarrollo.
Los desarrolladores del Instituto Gamaleya planean completar la fase dos antes del 3 de agosto y luego llevar a cabo la tercera de pruebas en paralelo con la vacunación de los trabajadores médicos, algo que en muchos países no está permitido.
Los científicos rusos dicen que la vacuna se ha desarrollado rápidamente porque es una versión modificada de una ya creada para luchar contra otras enfermedades.
Fuentes del Ministerio de Defensa de Rusia dijeron a CNN que soldados rusos sirvieron como voluntarios en los ensayos con humanos de la vacuna del Instituto moscovita. Incluso, Alexander Ginsburg, el director del proyecto, dijo que él ya se había inyectado la vacuna.
Las autoridades afirman que se está acelerando la aprobación de la droga debido a la pandemia mundial y al impacto del coronavirus en Rusia, que ahora tiene más de 800.000 casos confirmados.
"Nuestros científicos se centraron no en ser los primeros, sino en proteger a las personas", se defendió Dmitriev ante los cuestionamientos.