El regulador sanitario del Reino Unido afirmó el lunes que las vacunas contra la COVID-19 no aumentan el riesgo de aborto espontáneo y que no ha encontrado ninguna relación entre las inyecciones y las alteraciones de los periodos menstruales.
"No hay ningún patrón en los informes que sugiera que ninguna de las vacunas contra la COVID-19 utilizadas en Reino Unido, ni ninguna reacción a estas vacunas, aumente el riesgo de aborto espontáneo o de nacimiento de un bebé muerto", dijo la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés) en un comunicado.
Las conclusiones de la MHRA coinciden con una revisión similar realizada en Europa a principios de este mes, que no mostró ninguna relación causal entre las vacunas contra la COVID-19 y los trastornos menstruales.
Con información de Reuters