El acto de reconocimiento de “responsabilidad internacional” por parte del Estado uruguayo en crímenes de lesa humanidad durante la dictadura (1973-1985) se llevó a cabo ante una multitud y en medio de fuertes críticas hacia el Gobierno, en donde el principal ausente fue el propio presidente de la nación, Luis Lacalle Pou. En su lugar su vice, Beatriz Argimón, fue quien puso la cara: “Reconocemos que el Estado es responsable por la violación a los derechos a las garantías y a la protección judicial reconocidos en los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Además, en perjuicio de los familiares nombrados el Estado violó el derecho a conocer la verdad”, dijo sobre los asesinatos de Silvia Reyes, Laura Raggio y Diana Maidanik, de entre 19 y 21 años, conocidas como las “Muchachas de Abril”; y de la desaparición forzada de Luis Eduardo González y Oscar Tassino.
El acto se hizo en cumplimiento de la sentencia que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitió en noviembre de 2021 cuando señaló que el Estado uruguayo es “responsable por la desaparición forzada de dos personas en la dictadura, así como por la falta de diligencia investigativa en el caso de la muerte violenta de tres jóvenes mujeres”. En ese momento, la determinación del organismo fue contundente: “Más de tres décadas después, no se sabe toda la verdad sobre lo ocurrido ni se han determinado todas las responsabilidades penales por estos hechos”, determinó la Corte IDH el 20 de diciembre de 2021, por lo que estableció una serie de medidas reparatorias, entre ellas, que el Ejecutivo debía asumir como tal la representación de esa responsabilidad con la presencia de autoridades del Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, del Poder Legislativo, altas autoridades militares y de la Fiscalía Especializada, de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo.
Por eso las molestias ante la ausencia del mandatario, aunque en verdad no es algo que llama demasiado la atención: él mismo cuando estaba en campaña dijo que si llegaba al Gobierno, dejaría sin efecto la búsqueda de las y los desaparecidos. Tiempo después, ante la posibilidad efectiva de llegar el Ejecutivo, se alió con Cabildo Abierto (CA), el partido conformado por exmilitares del Ejército que aún guardan silencio sobre lo que sucedió e hicieron con las víctimas del terrorismo. En esa línea, tampoco estuvo ajeno a la polémica el senador y líder de CA y ex comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, que decidió no asistir que opinó que se trata de un “relato que se quiere imponer” y que a su entender “no se ajusta a la realidad de los hechos”.
“Claramente, no ocurrieron de la manera en que se presentan ante la opinión pública y son repetidos hasta el cansancio", dijo para justificar el accionar del Ejército durante la dictadura, quien fue destituido de su cargo como comandante durante el último gobierno frenteamplista tras ser acusado de ocultar información -específicamente la confesión del coronel retirado José Gavazzo, inculpado en el asesinato de las Muchachas- sobre la dictadura uruguaya ante el Tribunal de Honor Militar.
Pese a la insistencia de la organización Madres y Familiares de Detenidos-Desaparecidos para que Lacalle Pou estuviera presente, eso no sucedió. En su lugar una multitud ocupó el Salón de los Pasos Perdidos, de la explanada del palacio Legislativo y parte de la Plaza Primero de Mayo, en donde se instaló una pantalla para que el público pudiera seguir el acto.
Según dijo Argimón, hace un mes Lacalle Pou le "transmitió su voluntad" de que, en su calidad de viceperesidenta, fuera ella la que encabezara la asunción de responsabilidad. Recordó que la condena de la Corte estipulaba que ese acto debía ser llevado a cabo por "altas autoridades nacionales". "Fiel a lo que se establece que se debe hacer, en nombre del Estado reconocemos que el Estado es responsable por la violación al derecho a la personalidad jurídica, a la vida y la integridad y libertad personal" de las víctimas del caso, subrayó, reseñó el portal Caras y Caretas.
En su breve intervención, la vicepresidenta relató los alcances de la sentencia de la Corte IDH, los derechos y la normativa que el Estado vulneró y, también, señaló las acciones que a nivel estatal se llevaron a cabo para su cumplimiento. Entre ellas, destacó el "fortalecimiento" de las capacidades de la Fiscalía Especializada en Delitos de Lesa Humanidad, junto a la "capacitación" y "sensibilización" de las Fuerzas Armadas en temas vinculados a los derechos humanos. El relato incluyó la mención a los pagos por indemnizaciones que el Estado lleva efectuados a las víctimas.
En nombre del Estado, Argimón se comprometió a cumplir con otra parte de la sentencia, que indica la obligación de determinar el destino de Tassino y de González, así como la de investigar, sancionar y reparar adecuadamente todas las violaciones a los derechos humanos vinculadas a estos casos. Ratificó además “el compromiso del Estado de dar con el paradero de las víctimas desaparecidas, así como investigar, sancionar y reparar adecuadamente las violaciones de los derechos humanos cometidas en este caso”.
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"Agradecemos y valoramos la presencia de Argimón, como vicepresidenta de la República, y también de las autoridades presentes o sus representantes demostrando la voluntad del Estado por cumplir con esta sentencia. Lamentamos la ausencia del señor presidente de la República Oriental del Uruguay, Luis Lacalle Pou", dijo a su turno Karina Tassino, hija de Óscar Tassino. Además, señaló que los familiares eligieron la fecha en función de la agenda de quien también es comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, tal como lo establece la Constitución.
Con la voz entrecortada por la emoción, la mujer recordó a todos los que lucharon por conocer la verdad, y a todos los que fueron sin conocerla. "El Estado violó nuestros derechos", afirmó. "El terrorismo de Estado afectó a toda la sociedad", dijo, tal reportó el diario local El País.
Tassino, cuyo padre -un militante del Partido Comunista- desapareció en 1977, cuando tenía 40 años, se refirió al reciente hallazgo de restos óseos en el Batallón 14 del Ejército: "Me pregunto: ¿Sos vos, papá?". La hija de Tassino, cuyo último destino conocido fue el centro de detención La Tablada, relató las seis veces que ya le tocó entrar a predios militares al detectarse la presencia de restos. "¿Cuánto más se repetirá"?, volvió a interrogarse. "Con las tripas decimos: los vamos a encontrar a todos. Por memoria y justicia, nunca más", pidió al concluir. Otro aplauso cerrado despidió su intervención, que se convirtió en gritos y silbidos cuando Argimón volvió a tomar la palabra -relató Caras y Caretas- para hacer un pedido antes que el público se retirara. La vicepresidenta exhortó a que cualquier persona que cuente con información sobre el paradero de los detenidos desaparecidos, la aporte.