Tras las primarias, el Frente Amplio se ilusiona con obtener la mayoría absoluta en las dos cámaras parlamentarias en octubre y ganar las presidenciales en ballotage. Pese a que el actual mandatario del Partido Nacional que gobierna en coalición, Luis Lacalle Pou, goza de alta popularidad, los sondeos indican un posible empate técnico en el cual el candidato presidencial del espacio de izquierda, Yamandú Orsi, tendría más posibilidades de convertirse en el próximo presidente del país vecino. De todas formas, quedan varios meses y el movimiento del mandatario dio a conocer algunas estrategias de las cuales se conocerá el impacto en las próximas semanas, pero podría acarrear más apoyo o varias críticas también.
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El pasado domingo se llevaron adelante en Uruguay las internas donde se definieron los candidatos presidenciales de cara al 27 de octubre. El Frente Amplio por el cual gobernaron Pepe Mujica y Tabaré Vázquez, llevará al ex intendente de Canelones, Yamandú Orsi, como candidato a Presidente y a su ahora ex contrincante en las primeras e intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, como vice. Mientras que el candidato del Partido Nacional será el ex secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, quien sorprendió con la elección a vice de Valeria Ripoll, elección que rechazaron parte de sus seguidores. El tercer espacio con más apoyo, el Partido Colorado, eligió a Andrés Ojeda que formará binomio con el segundo más votado, Robert Silva, entre otros espacios con menor apoyo que se presentarán también.
En el Frente Amplio celebraron la participación en la cual recibieron 410.282 sufragios, superior a los números que calculaban y muy arriba de los votos de las últimas dos internas donde el apoyo fue 300 mil o menor. También fue el espacio político que más apoyo recibió, algo que no pasaba en 20 años, ya que en esta oportunidad el Partido Nacional recibió 323.930 adhesiones y el Partido Colorado 101.386. Si bien este apoyo no es lineal con lo que puede pasar en las elecciones presidenciales de octubre donde el voto es obligatorio, esto generó expectativa en el Frente Amplio que se entusiasma con volver a gobernar.
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La sorpresa de la noche de la interna la dio el Partido Nacional al que pertenece Lacalle Pou, al anunciar que la candidata a vicepresidente es Ripoll, quien supo pertenecer al Partido Comunista y tiene un importante recorrido sindical, algo que no ven con buenos ojos en parte de los seguidores de movimiento de derecha. De hecho, se generó un momento tenso cuando el candidato presidencial Delgado anunció su nombre y fue silbado en pleno acto, postprimaria esa misma noche. Luego se conoció que esa decisión responde a la intención de captar votos de otros espacios que no sean de la coalición gobernante.
“Lo del Partido Nacional fue distinto, fue inesperado, no fue la ley del segundo como en los otros dos partidos, se veía previamente que la decisión era difícil. Delgado y Ripoll tendrán que demostrar si la decisión tomada es la correcta, ver cómo logra captar votos y si logra captar votos diferentes, que es lo que buscaba Delgado cuando hablaba del cambio de paradigma de no nombrar a alguien que sea del corazón del Partido Nacional y que no tenía la tradición blanca para atraer votantes diferentes, es una decisión jugada”, afirmó a El Destape la directora de la encuestadora Cifra, Mariana Pomiés, quien agregó que se sabrá de acuerdo a cómo se desempeñe esa fórmula en la campaña electoral.
En esa misma línea de incertidumbre sobre la estrategia del Partido Nacional, al ser consultado el doctor en Ciencia Política por la Universidade Federal do Rio Grande do Sul (UFRGS, Brasil) y profesor de la Universidad de la República, Antonio Cardarello, aseguró: “La elección de Ripoll le puede dar un dolor de cabeza al Partido Nacional porque las primeras repercusiones es que la fórmula tuvo que dar explicaciones de por qué hizo esa elección. Además, creo que es difícil que Ripoll, como espera Delgado, le quite votos al Frente Amplio en la zona metropolitana sobre todo por su pasado sindical porque ella tiene un discurso muy anti frenteamplista, entonces puede ser atractivo para quienes ya están convencidos de votar a la coalición, pero difícilmente atraiga votos de gente que puede estar dudando de uno u otro bloque”.
Otra de las estrategias con las que cuenta el Partido Nacional tiene que ver con la propia figura de Lacalle Pou. Debido a que el mandatario no puede postularse porque no hay reelección consecutiva, pero cuenta con una popularidad alta en torno al 50%, se dio a conocer la misma noche de la interna que encabezará la lista de senadores. Además, como en Uruguay el mandatario no puede hacer campaña, el hecho de haber propuesto que se realice junto con la votación presidencial un plebiscito para llevar adelante una reforma constitucional en relación a la seguridad social, puede permitirle cierta maniobra de actuación en modo electoral.
En cuanto al tercer espacio más votado que es el Partido Colorado, la elección de Ojeda fue vista como una renovación. “Él tiene un liderazgo bien distinto a lo que veníamos viendo, el Partido Colorado estaba bastante envejecido en los líderes que han quedado sobre todo en esta última etapa. Entonces creo que es una renovación clara, con un discurso diferente, que apuesta a la juventud, aunque es gracioso porque él apuesta a la juventud y a la modernidad, pero también apuesta a mantener lo que ha pasado en estos cinco años con la coalición, con posibles cambios supongo, todavía no lo ha especificado, pero sí habla de seguir con esta línea de coalición”, agregó Pomiés.
Es válido recordar que en el 2019 cuando gana Lacalle Pou lo hace con el apoyo de la coalición multicolor de centro derecha con la que gobierna, que conforman además del Nacional el Partido Colorado, Cabildo Abierto, Partido de la Gente y Partido Independiente. Por lo cual no se descarta que en una posible segunda vuelta, los espacios que ahora van por separado terminen apoyando y uniéndose posteriormente a un posible gobierno.
Octubre
Ganar la elección presidencial en primera vuelta en Uruguay no es simple. Para hacerlo se debe obtener el 50% de los votos y para eso se contabilizan todos los sufragios emitidos, es decir, los blancos y anulados también. Por eso, se da por descontado que posiblemente haya un ballotage en noviembre. Sin embargo y por supuesto al haber elecciones legislativas también, los dardos de la primera vuelta apuntan a obtener las mayorías parlamentarias. En cuanto a las presidenciales, según los sondeos el FA lidera casi todas las encuestas, pero hay que contemplar también lo que pueda suceder con la suma de los espacios que componen la coalición gobernante.
“De cara a octubre, el Frente Amplio es el partido con mayor intención de voto, si sumamos los partidos de la coalición están empatados, es decir, hoy habría un empate entre las dos fuerzas, pero eso no se define en octubre, en todo caso eso se define en noviembre en la segunda vuelta, donde ahí sí acumularían votos. Además no todos los votos de la coalición de octubre se trasladan a la coalición en noviembre. Ya hemos visto que la coalición entre octubre y noviembre pierde votos que se van hacia el Frente Amplio, porque hay gente que prefiere votar un parlamentario o un partido en octubre, pero que el que lidera en noviembre no es el que lo conforma”, explica Pomiés.
“El Frente Amplio en todas las encuestas está marcando por encima de 10 puntos porcentuales superior a lo que marcaba en 2019, y en esa elección terminan votando en primer lugar con el 40% de los votos. La expectativa de la encuesta que le otorga menor intención de voto está entre 42, 43, 47 rondan ese número, lo cual le permitiría si bien no ganar en primera vuelta, tiene chances con esa votación obtener la mayoría absoluta en ambas cámaras, eso lo dejaría posicionado de manera inmejorable rumbo al ballotage de noviembre. Ahí los cuatro partidos seguramente van a ir a apoyar la coalición al candidato nacionalista que se presume que va a ser el mas votado, en ese ballotage hay que ver cómo queda, pero creo que el FA tiene las mayores posibilidades”, señala Cardarello.
En cuanto a los temas de agenda que se espera que se traten en la campaña electoral, el especialista detalla: “Los principales temas de preocupación de lo uruguayos, según los sondeos, son la seguridad, la economía, sobre todo el empleo no tanto la inflación que ahora está en niveles bajos, el nivel de salario la calidad debido a que cayó salario real, pero la seguridad es el principal tema de preocupación. La campaña va a estar marcada por esos ejes, bandas de narcotráfico, narcomenudeo en algunos barrios, sumado a la economía como siempre, cómo generar más inversión y aumento de los salarios”.
El espacio de centroizquierda tiene alguna posibilidad de ganar en primera vuelta aunque parece complejo y por eso no se descarta un ballotage peleado, en el cual el Frente Amplio también tendría más posibilidades de imponerse. De todas formas, habrá que evaluar ahora qué impacto tiene las estrategias del Partido Nacional tanto con la elección de la vicepresidenta, como con la candidatura al Senado del mandatario, además por supuesto de quien mejor sepa responder a las demandas que exige la sociedad uruguaya.