Las autoridades uruguayas, que hace meses están a la espera de las lluvias, buscan aumentar el caudal de agua de la reserva Paso Severino, con la que abastecen a más de dos millones de personas. Para eso, según informó la prensa local, la empresa Obras Sanitarias del Estado (OSE) tomó la decisión de cerrar las compuertas del embalse. Las precipitaciones de las últimas horas en la cuenca del río Santa Lucía permitieron aumentar su nivel y, además, para abastecer la planta potabilizadora de Aguas Corrientes no es necesaria el agua proveniente de Paso Severino.
El agua de OSE que se toma en Montevideo y el área metropolitana -San José y Canelones- viene de la planta de Aguas Corrientes, ubicada en el departamento de Canelones, que se abastece del río Santa Lucía, y de las dos represas: Paso Severino, en Florida; y Canelón Grande, en Canelones. Ambas están en situaciones muy críticas debido a la falta de lluvias, pero con las precipitaciones de los últimos días están aumentando su caudal.
Como medida para garantizar el abastecimiento de agua ante la crisis hídrica, OSE decidió empezar a tomar el recurso río abajo de Aguas Corrientes, donde el Santa Lucía empieza a mezclarse con lo que el trasvase que se hace de aguas río abajo, es decir, del Río de la Plata. Un agua mucho más salada y difícil de potabilizar. Días atrás, el Gobierno detalló esta situación en un comunicado y dijo que “el consumo diario” en Montevideo y área metropolitana “oscila entre 500.000 y 550.000” metros cúbicos (m3) y que, “de ese total, en cifras aproximadas, 150.000 m3 provienen del río Santa Lucía, 200.000 m3 de aguas abajo del embalse Belastiquí (agua salobre), y 150.000 de la reserva de Paso Severino”.
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Pero la situación cambió a causa de las lluvias de los últimos días y, según pudo saber El País, al haber aumentado el caudal del río Santa Lucía y llegar a niveles que permiten tomar de allí el recurso para abastecer Aguas Corrientes, esta mañana se tomó la decisión de cerrar las compuertas de Paso Severino. Eso significa que se podrá hacer una reserva de agua dulce -al no salir rumbo a Aguas Corrientes- que se utilizará en caso de que en los próximos días no se registren precipitaciones y vuelva a disminuir el nivel del Santa Lucía.
Además, las precipitaciones permitirán que el agua comience a ser más dulce que en los últimos días. Al menos, según informaron fuentes oficiales a El País, es esperable que los niveles de sodio y cloruros comiencen a estar dentro de los permitidos por el Ministerio de Salud Pública meses atrás y no por encima, como se venía registrando hace algunas semanas. Las fuentes aclararon que sigue siendo una “situación compleja” pero que las lluvias generaron “alivio”.
Según el boletín pluviómetro del Instituto Uruguayo de Meteorología, en las últimas 24 horas cayeron 29,7 milímetros de agua en promedio en la cuenca del río Santa Lucía, aunque hubo un pico máximo de 51 milímetros en Ismael Cortinas, una localidad del departamento de Flores, uno de los puntos más al norte de la cuenca. En tanto, según publicó Subrayado, la previsión realizada por la Dirección Nacional de Aguas (Dinagua) del Ministerio de Ambiente para que la represa de Paso Severino recupere sus condiciones “normales” será, recién, en octubre. Eso considerando los valores normales de lluvia esperados para agosto y septiembre, es decir, deben llover 100 milímetros en cada mes.