La Unión Europea (UE) mantendrá sus fronteras exteriores cerradas a una gran mayoría de países cuando el próximo miércoles inicie el proceso de reapertura de un territorio que permanece cerrado desde el 16 de marzo, el día en que la Comisión Europea planteó esa medida para evitar la propagación del coronavirus.
Los estados miembros siguen negociando la elaboración de una lista reducida de países a los que levantar el veto de entrada a partir del 1º de julio, pero el acuerdo todavía no está cerrado, informó el diario La Vanguardia de España.
Las consultas entre las capitales llevadas a cabo hasta el viernes por la tarde no consiguieron llegar a un consenso y seguirían durante el resto del fin de semana.
La presidencia croata de la UE se había fijado el límite de las seis de la tarde del sábado, pero tuvo que alargar el plazo y ahora su objetivo es lanzar el lunes el procedimiento escrito para aprobar la recomendación.
En todo caso, la propuesta que está encima de la mesa se limita a 15 países, y en un caso concreto, el de China, supeditado a la reciprocidad, es decir, a que Pekín también abra sus fronteras a los pasajeros procedentes de la Unión Europa.
Los que seguro que quedan fuera son Estados Unidos, Rusia y Brasil, tres grandes con unos datos de expansión de la pandemia superiores a los parámetros con que está trabajando la UE.
Lo que se está planteando es una abertura limitada a muy pocos países, progresiva, y determinada básicamente por razones epidemiológicas. En la lista blanca, además de China, se incluye a tres países del norte de África como Marruecos, Argelia y Túnez.
Por otro lado, de América Latina sólo figura Uruguay, y de los Balcanes, Serbia y Montenegro. Otros países que se citan son Australia, Nueva Zelanda, Japón, Corea del Sur, Canadá, Georgia, Tailandia y Ruanda.
La exclusión de los Estados Unidos provoca algún temor de posibles reacciones negativas de Washington, pero los datos de la extensión de la epidemia que llegan de ese país no dejan margen a otra opción.
Además, en la Unión Europea se recuerda que, en marzo, la administración norteamericana fue la primera en cerrar la entrada a pasajeros procedentes de Europa, sin aviso ni comunicación previa, agregó el informe de La Vanguardia.
En el documento con que trabaja la UE, el criterio principal para la selección de países a los que levantar la frontera es la situación epidemiológica, asegurar que su número de contagios sea cercano o inferior a la media europea. En concreto, el límite se ha fijado en 19 casos de contagio por cada cien mil habitantes.
También se examina la capacidad de estos países para llevar a cabo test para identificar los casos positivos, para desarrollar la trazabilidad de estas personas y aplicar las medidas de contención.
Uno de los elementos que más debate suscitóado es la fiabilidad de los datos oficiales publicados por cada país.