El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) se atribuyó hoy el ataque ocurrido en octubre de 2022 contra el puente de Kerch, que conecta la península de Crimea anexada por Rusia en 2014 con la ciudad rusa de Krasnodar, situada en el extremo suroccidental, que dejó al menos tres muertos y supuso un duro revés sobre el Kremlin.
"Los oficiales del SBU han estado destruyendo al enemigo en los puntos más calientes y haciendo todo lo posible para liberar nuestra tierra lo antes posible. La destrucción del puente de Crimea es uno de nuestros logros", expresó durante un acto en Kiev el jefe del organismo, Vasil Maliuk, citado por la agencia de noticias Europa Press.
Así, el servicio de seguridad ucraniano rompió meses de silencio y reconoció finalmente que las Fuerzas Armadas del país fueron las responsables de la explosión ocurrida a comienzos de octubre y que dejó al menos tres muertos, según el Comité de Investigación de Rusia.
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Ucrania no había reivindicado el ataque, pero Mijail Podoliak, asesor del presidente Volodimir Zelenski, declaró entonces que "todo lo que es ilegal debe ser destruido, todo lo que fue robado debe ser devuelto".
Horas después, el mismo funcionario sugirió que el Kremlin podría haber estado implicado en la explosión al señalar que el camión que explotó entró al puente desde el lado ruso y por eso "es en Rusia donde hay que buscar respuestas".
La infraestructura, a cuya inauguración en 2018 asistió el propio presidente Vladimir Putin, fue objeto de otro ataque a mediados de este mes que causó dos muertos.
El puente, inaugurado en 2018, es considerado un símbolo del dominio de Rusia sobre Crimea, ubicada en el sur de Ucrania y cuya recuperación es el principal objetivo de Zelenski, según lo aseguró en declaraciones recientes.
El puente es esencial para el transporte de personas y mercancías hacia la península, pero también para el aprovisionamiento de las tropas rusas desplegadas en Ucrania.
Rusia siempre afirmó que no corría riesgo pese a los combates, pero amenazó con represalias si las fuerzas ucranianas atacaban esta infraestructura u otras en Crimea.
Desde el inicio de la guerra en febrero de 2022 se produjeron varias explosiones en instalaciones militares rusas de la península, cuya responsabilidad no fue reivindicada por Ucrania hasta meses después.
Con información de Télam