El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, viajará hoy a Kiev para intentar mediar entre Ucrania y Rusia, mientras continúan los esfuerzos diplomáticos europeos por evitar un conflicto armado entre las dos repúblicas exsoviéticas.
Frente a los cerca de 100.000 soldados rusos concentrados a lo largo de las fronteras con Ucrania, que -según la OTAN y las potencias occidentales- hacen temer una invasión, Estados Unidos intensificó ayer la presión con el envío de 3.000 efectivos más al este de Europa: 1.000 de ellos se desplazarán de Alemania a Rumania y otros 2.000 se emplazarán principalmente en Polonia.
Estas tropas se suman a los 8.500 efectivos que están en estado de alerta desde fines de enero para poder ser desplegados en caso de necesidad como fuerza de reacción rápida de la OTAN.
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Occidente acusa a Rusia de concentrar decenas de miles de soldados en las fronteras de Ucrania desde fines de 2021 para preparar una posible invasión. Rusia niega cualquier movimiento de este tipo y asegura que solo quiere garantizar su seguridad.
Erdogan, que será recibido por la tarde por su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, aprovechará su pertenencia a la OTAN y sus buenas relaciones con Kiev para intentar su propia mediación, en la que espera que participe el líder ruso, Vladimir Putin.
"Como miembro de la OTAN, no queremos una guerra entre Rusia y Ucrania, sería un mal presagio para la región", insistió el presidente turco el fin de semana, abogando por una "solución pacífica", informó la agencia de noticias AFP.
La semana pasada Erdogan renovó sus ofertas de mediación, argumentando que "al reunir a los dos líderes en nuestro país, podemos allanar el camino para el retorno de la paz".
Por el momento, Putin ha agradecido a su homólogo turco su invitación, pero ha dicho que responderá "cuando la pandemia y su agenda lo permitan".
Ucrania es uno de las cuestiones sensibles entre Rusia y Turquía, que apoya la pertenencia de Kiev a la OTAN y se opuso firmemente a la anexión de Crimea por parte de Moscú en 2014, en nombre de la protección de su minoría tártara de habla turca.
Putin culpa a Erdogan de suministrar a Kiev drones armados utilizados contra los separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
Moscú cree que la desescalada solo será posible si se garantiza el fin de la política de ampliación de la OTAN, especialmente hacia Ucrania, y la retirada de sus capacidades militares en el este de Europa.
Washington rechaza estas exigencias, proponiendo a cambio que los rivales se comprometan a no desplegar activos militares ofensivos en Ucrania, que Moscú inspeccione algunas de las infraestructuras militares que le preocupan en Europa y que ambos países acuerden medidas de control de armamento.
"Estas fuerzas no van a luchar en Ucrania", que no forma parte de la OTAN, dijo el portavoz del departamento de defensa estadounidense John Kirby, asegurando que se trata de un despliegue temporal.
En este sentido, el Gobierno ruso criticó la medida e instó hoy a Estados Unidos a dejar de avivar la crisis.
"Estamos pidiendo a nuestros socios estadounidenses que dejen de alimentar las tensiones", dijo el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, considerando que la decisión de Washington solo "empeora" la situación y la "preocupación de Rusia (...) está perfectamente justificada".
Los europeos, que ya advirtieron sobre severas sanciones económicas en caso de ataque, están intensificando los contactos para una desescalada, con visitas casi diarias a Kiev de líderes occidentales y altos diplomáticos y llamadas a Putin.
El presidente ucraniano, que está recibiendo visitas de apoyo de representantes occidentales, dijo ayer que sólo quería "la paz", al tiempo que afirmaba su derecho a defenderse ante el riesgo de una invasión rusa.
El presidente francés, Emmanuel Macron, tiene previsto mantener hoy conversaciones telefónicas con los líderes ruso, ucraniano y polaco, y está considerando una visita a Moscú, al igual que el canciller alemán, Olaf Scholz.
Francia y Alemania también intentan reactivar el proceso de paz en el este de Ucrania, donde Kiev lleva ocho años luchando contra los separatistas prorrusos apoyados por Moscú.
Con información de Télam