El director general del organismo de control nuclear de la ONU (OIEA), el argentino Rafael Grossi, visitará Moscú mañana para discutir la creación de una zona de seguridad en torno a la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, que Rusia ocupa desde marzo y es blanco de bombardeos, lo que hace temer un accidente atómico.
La visita fue anunciada por el representante permanente de Rusia ante las organizaciones internacionales en Viena, Austria -donde tiene su sede el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)-, quien dijo que Grossi se reunirá con funcionarios de distintos ministerios y otras autoridades rusas, pero no con el presidente Vladimir Putin.
"Las consultas con Rafael Grossi tendrán lugar mañana en Moscú; y éstas se centrarán en la iniciativa del director general sobre la creación de una zona de seguridad en la central nuclear de Zaporiyia", dijo el representante ruso Mijail Ulianov, en rueda de prensa, informó la agencia de noticias Sputnik.
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En las consultas participarán representantes del Ministerio de Exteriores y de Defensa, la corporación rusa de energía atómica Rosatom, la Guardia Nacional de Rusia y del servicio federal de inspección ambiental, tecnológica y atómica, dijo el funcionario.
También destacó la necesidad de prever un sistema para monitorear el cumplimiento de los posibles acuerdos.
Putin no tiene previsto reunirse con Grossi mañana, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"No, no hay reuniones previstas", dijo Peskov ante la prensa.
Desde poco después de iniciado el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, el pasado 24 de febrero, ambas naciones se acusan de bombardear las instalaciones de la central nuclear ubicada en Zaporiyia, anexada por Rusia junto a otras tres regiones (Donetsk, Lugansk y Jerson) en virtud de un referendo celebrado en septiembre pasado y que es impugnado por las potencias aliadas de Kiev.
El pasado 1 de septiembre, una misión del OIEA encabezada por Grossi llegó a esta central nuclear, y tras la visita la agencia publicó un informe confirmando los bombardeos contra la planta.
A finales de octubre, Grossi pidió acelerar el proceso de la creación de una zona de seguridad en torno a la planta de Zaporizhzhia, al indicar que, cualquiera sean los objetivos de las partes beligerantes en Ucrania, no se puede bombardear esta central nuclear.
Con información de Télam