Rusia controla el 70% de una ciudad clave del este de Ucrania y acusa a EEUU de avivar el conflicto

01 de junio, 2022 | 11.13

El 70 por ciento de Severodonetsk, epicentro actualmente de los combates y clave para el control de la región del este de Ucrania, ya está en manos de Rusia que a su vez acusó a Estados Unidos de "echar leña al fuego" al enviar nuevo armamento a Ucrania.

"Los rusos controlan el 70 por ciento de Severodonetsk", dijo el gobernador de la provincia de Lugansk, donde se ubica la localidad, en la región industrial del Donbass.

"Parte de las tropas ucranianas se retiraron a posiciones más ventajosas y preparadas por adelantado", explicó Sergii Gaidai en su cuenta de Telegram.

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"Los rusos continúan su asalto y consolidan sus posiciones en el centro de Severodonetsk", añadió citado por la agencia de noticias AFP.

Desde que la ciudad de Lugansk fue tomada por los separatistas prorrusos apoyados por Moscú en 2014, Severodonetsk se convirtió en la capital administrativa de las autoridades ucranianas en la región de Lugansk.

Con una población de alrededor de 100.000 personas antes de la guerra, es uno de los varios núcleos urbanos importantes que se encuentran en el camino de Rusia para capturar toda la provincia de Lugansk.

Más al oeste hay otras dos importantes ciudades en la mira de Moscú, las de Sloviansk y Kramatorsk, las últimas grandes bajo control de Ucrania en la provincia de Donetsk, la otra que forma el Donbass, luego de que Rusia tomara Mariupol el mes pasado.

Ante el avance de las tropas rusas, el presidente estadounidense Joe Biden confirmó ayer el incremento de la ayuda militar a Kiev para poder "atacar con mayor precisión objetivos clave".

Un alto responsable de la Casa Blanca precisó que se trata de los sistemas Himars, que, sobre vehículos ligeros blindados, pueden realizar lanzamientos múltiples de misiles muy precisos, con un alcance de 80 kilómetros.

El Kremlin reaccionó hoy al acusar a Estados Unidos de "echar leña al fuego" y alertó que la medida "refuerza el riesgo" de un enfrentamiento militar entre Rusia y Estados Unidos..

"Creemos que Estados Unidos echa leña al fuego deliberadamente (...) Estas entregas (de armas) no alientan a los dirigentes ucranianos a relanzar las negociaciones de paz", dijo el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.

"Cualquier entrega de armas que continúe, o que aumente, refuerza el riesgo", dijo en el mismo sentido el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Riabkov, en declaraciones a la agencia RIA Novosti, tras ser preguntado por un posible conflicto armado entre Washington y Moscú.

En el terreno, al menos una persona murió hoy y otras dos resultaron heridas en Soledar, entre Sloviank y Severodonetsk

Un poco más al sur, los separatistas prorrusos afirman haber cortado una de las dos únicas carreteras que conducen a Avdiivka, situada cerca de la ciudad de Donetsk y que aún está controlada por Kiev.

Si Rusia y los separatistas logran hacerse con esta localidad sería una victoria simbólica para las tropas de Moscú y facilitaría la toma de Kramatorsk, ciudad estratégica del Donbass aún controlado por Kiev, que se sitúa unos 100 kilómetros más al norte.

La carta fuerte que juegan las potencias occidentales para frenar a Moscú son las sanciones económicas, con un sexto paquete aprobado esta semana por la Unión Europea (UE) que apunta principalmente a un embargo parcial a la importación de petróleo ruso.

Ante esto, Rusia aseguró hoy que está tomando medidas para "minimizar" el impacto y alertó que la medida tendrá consecuencias "negativas para el mercado mundial".

"Estas sanciones tendrán un impacto negativo para Europa, para nosotros y para el conjunto del mercado energético mundial. Pero hay una reorientación (de la economía rusa) que nos permitirá minimizar las consecuencias negativas", declaró Peskov.

El bloque europeo también busca reducir su dependencia al gas y, en ese marco, el gigante ruso Gazprom anunció que sus exportaciones a países externos al exbloque soviético disminuyeron un 27,6% entre enero y mayo de 2022.

Para tratar de eludir las sanciones, Rusia exige ahora el pago del gas en rublos y corta el suministro a los países que se niegan a hacerlo: hoy le tocó el turno a Dinamarca y previamente esto afectó a Países Bajos, Finlandia, Polonia y Bulgaria.

Las maniobras diplomáticas también se centran en desbloquear los puertos ucranianos en el mar Negro y permitir la exportación de los cientos de toneladas de cereales estancadas, que avivan los miedos a una crisis alimentaria mundial.

Con información de Télam