(Agrega declaraciones)
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, aseguró hoy que la ofensiva militar en Ucrania avanza "con calma" y reafirmó que el "objetivo fundamental" está en el este, donde dijo que busca "ayudar a la gente en el Donbass", la región que alberga dos provincias rusoparlantes que mantienen desde hace ocho años un conflicto armado contra el gobierno de Kiev.
"Nuestro cometido es cumplir los objetivos fijados minimizando las pérdidas, vamos a actuar de forma armoniosa, con calma, conforme al plan propuesto desde el principio por el Estado Mayor", dijo Putin en una rueda de prensa junto al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, en la que rechazó hablar de fechas, según consignó la agencia de noticias AFP.
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Putin, que habló junto a Lukashenko en el cosmódromo de Vostochni (extremo oriental de Rusia), restó importancia a los comentarios según los cuales el ejército ruso tenía dificultades frente a la resistencia ucraniana y tuvo que renunciar a tomar el control de las grandes ciudades y de Kiev para centrarse en el Donbass.
"Nuestras acciones en ciertas regiones de Ucrania sólo estaban destinadas a fijar las fuerzas (ucranianas lejos del Donbass), dar un golpe y destruir la infraestructura militar", aseguró.
El presidente también dio a entender que si las fuerzas rusas no avanzaban más rápido era para evitar grandes pérdidas.
El Kremlin ha reconocido pérdidas "importantes", pero sin dar cifras concretas.
"Oigo a menudo la pregunta, ¿se puede ir más rápido? Sí, es posible, pero esto implica intensificar las operaciones militares, lo que lamentablemente habría tenido un efecto en las pérdidas", explicó.
"El objetivo fundamental es ayudar a la gente en el Donbass, al pueblo del Donbass que hemos reconocido. Nos hemos visto obligados a hacerlo porque las autoridades en Kiev, empujadas por Occidente, se negaron a cumplir con los Acuerdos de Minsk encaminados a una solución pacífica de los problemas del Donbass", dijo Putin en Vostochni.
El mandatario ruso se refería así a los acuerdos de paz de 2014 y 2015 firmados en la capital de Bielorrusia, en los que el gobierno de Ucrania se comprometió a darle cierta autonomía regional a las provincias de Donetsk y Lugansk que incluían la enseñanza oficial del idioma ruso y la elección de autoridades locales, cuestiones que, según Moscú y las milicias prorrusas, no cumplió.
"A Ucrania habían empezado a convertirla en un puesto de avanzada contra Rusia, habían empezado a cultivar los gérmenes del nacionalismo y el neonazismo que estaban allí desde hace tiempo (...) Era inevitable que esas fuerzas se enfrentaran a Rusia, no hacían más que elegir el momento del ataque", afirmó el líder ruso en declaraciones que recogió la agencia de noticias Sputnik.
Putin aseguró a la vez que los ucranianos siguen siendo un "pueblo hermano" para los rusos, pese a las trágica situación que se vive hoy día.
Rusia desmiente sistemáticamente haber matado a civiles y acusa a Ucrania de haber utilizado su población como escudo humano.
Preguntado por la masacre de civiles en la ciudad ucraniana de Bucha, que Kiev y los países occidentales atribuyen a las fuerzas rusas que habían ocupado este localidad cerca de la capital, Putin rechazó la responsabilidad de su país.
El mandatario ruso comparó estas acusaciones a las que se hicieron contra el régimen de Bashar al Assad en Siria por el supuesto uso de armas químicas durante la guerra en aquel país y dijo: "Tenemos la misma falsa información en Bucha".
Putin también estimó que la "falta de coherencia" de los negociadores ucranianos impedía llegar a un acuerdo entre los dos países.
"Me informaron ayer por la noche de que la parte ucraniana había cambiado de nuevo algo (...) Una falta de coherencia tal en los puntos fundamentales crea dificultades", dijo.
Hasta que no se consiga un acuerdo, "la operación militar continuará hasta completar totalmente su cometido", añadió.
Las afirmaciones de Putin se conocieron en las horas previas a lo que las autoridades ucranianas presagian como una gran ofensiva de las fuerzas rusas sobre el Donbass, donde varias ciudades y pueblos resultaron devastados, como la portuaria Mariupol, objetivo estratégico para Moscú.
Con información de Télam