El proyecto del gasoducto Nord Stream 2 entre Alemania y Rusia, casi finalizado y objetivo de las sanciones tomadas por Berlín y Washington tras la invasión rusa de Ucrania, está "muerto" y difícilmente pueda ser "resucitado", evaluó hoy la número tres de la diplomacia estadounidense.
En una audiencia en el Senado, la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, afirmó: “Creo que el Nord Stream 2 ya está muerto".
"Es un trozo de metal en el fondo del mar; no creo que vuelva a ser resucitado", agregó.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Ante la insistencia de un senador, Nuland reiteró su percepción de que “el oleoducto nunca volverá", reportó la agencia AFP.
Washington y Berlín, con todo, mantienen algunas diferencias en torno de las sanciones porque Alemania tiene mayor dependencia de hidrocarburos rusos.
De hecho, la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dejó en claro hoy que su país no puede aplicar las penalidades que decide EEUU.
"Para nosotros, la pregunta que siempre surge cuando tomamos sanciones es: ¿Cuánto tiempo podemos mantenerlas?", señaló Baerbock ante la cadena de televisión Bild Live, oportunidad en la que explicó que un tercio de las importaciones de petróleo provienen de Rusia.
Para la diplomática, "si las detuviéramos de inmediato, no podríamos movernos por Alemania en unos pocos días".
Estados Unidos se puso durante mucho tiempo al gasoducto proyectado por Alemania y Rusia por suponer que fortalecía la capacidad de Moscú de utilizar el suministro de energía a Europa como un arma geopolítica.
Pero ante el avance del proyecto, casi terminado, y para evitar enfrentarse con Berlín, el presidente estadounidense, Joe Biden, desistió en 2021 de sancionar a sus principales operadores.
Aunque apenas las tropas rusas entraron en Ucrania, el 24 de febrero, Alemania anunció la suspensión del Nord Stream 2, que aún no había entrado en funcionamiento, en coordinación con Estados Unidos, que impuso sus propias sanciones.
El operador del gasoducto germano-ruso, con sede en Suiza, se declaró en bancarrota y sus 106 empleados fueron despedidos.
Con información de Télam
Cerrar sesión