El gasoducto Nord Stream 1, la principal vía de aprovisionamiento de gas ruso para Alemania, fue cerrado hoy por 10 días para que llevar adelante tareas de mantenimiento anuales y Berlín teme que Moscú no vuelva a abrirlo luego, en medio de la tensión por la guerra en Ucrania.
"Nord Stream está parado (...) lo que significa que el gas dejó de circular", confirmó hoy el Ministerio de Economía alemán a la agencia AFP.
Ante los temores de Alemania, un portavoz del Kremlin subrayó la semana pasada que Rusia quería cumplir con sus obligaciones contractuales.
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El gigante ruso de los hidrocarburos Gazprom redujo en las últimas semanas sus entregas de gas a Europa vía el gasoducto Nord Stream con el argumento de que se veía forzado a paralizar equipos por la falta de una turbina fabricada por Siemens, que había sido enviada a Canadá para su reparación y que no volvía a Rusia por las sanciones internacionales contra Moscú.
Canadá se declaró ahora dispuesto a entregar mediante un permiso especial la turbina a Alemania, desde donde sería transferida a Rusia, informó la agencia dpa.
Ucrania criticó que con ello se eludían las sanciones contra Rusia. Los ministerios de Relaciones Exteriores y de Energía ucranianos se expresaron ayer "profundamente decepcionados" por la decisión del gobierno canadiense.
La reducción del flujo por ese gasoducto submarino que lleva gas de Rusia a Alemania por el mar Báltico llegó al 60%.
Según el gobierno ruso, Nord Stream 1 volverá a incrementar las entregas de gas en cuanto vuelva la turbina, aunque no está claro cuándo ocurrirá.
Alemania había afirmado que los recientes recortes eran fruto de una "decisión política", que "no puede ser justificada por motivos técnicos".
El ministro alemán de Economía, Robert Habeck, advirtió el fin de semana que su país debe prepararse para el peor escenario en cuanto al suministro de gas ruso.
"Todo es posible. Puede pasar cualquier cosa. Es posible que el gas vuelva a fluir, incluso más que antes", dijo el político de Los Verdes a la emisora Deutschlandfunk, en alusión al corte previsto por mantenimiento.
"Puede ser que no llegue nada en absoluto. Y, sinceramente, siempre hay que prepararse para lo peor y trabajar un poco para lo mejor", insistió el vicecanciller, que dijo que ahorrar, almacenar y subastar gas servirán para evitar el "escenario de pesadilla política" de un desabastecimiento.
El gobierno alemán argumenta que, por razones técnicas, sería difícil para Gazprom detener todo el suministro a través de Nord Stream, ya que el gas del yacimiento siberiano está "bajo presión" y no puede almacenarse para siempre.
"No es como un grifo de agua", dijo Habeck.
Desde el comienzo de la guerra, el 24 de febrero, Alemania cerró otro gasoducto ruso que debía entrar en funcionamiento -Nord Stream 2- y está haciendo esfuerzos para reducir su dependencia.
Pero esa dependencia sigue siendo importante: el 35% de sus importaciones de gas provienen de Rusia, contra el 55% antes de la guerra. Y más del 50% de la calefacción de los hogares recurre al gas.
Una paralización permanente del Nord Stream 1 no castigaría solo a la primera economía europea.
Según la página web de Nord Stream, el gas que llega a Alemania, a la localidad de Lubmin, sigue transportándose también a Bélgica, Dinamarca, Francia, Gran Bretaña, Países Bajos "y otros países".
Una interrupción prolongada del suministro agravaría entonces la crisis energética en la que ya se debate Europa, con precios en alza y el temor de un invierno muy difícil.
Las exportaciones de gas ruso a Europa vinieron reduciéndose desde que entraron en vigor las sanciones internacionales contra Rusia; el suministro ya fue interrumpido a clientes europeos que se negaron a pagarle en rublos, como Bulgaria, Finlandia y Polonia.
Por otra parte, Gazprom redujo hoy sus envíos de gas a Italia y Austria, en un tercio y 70% respectivamente, indicaron las empresas energéticas italiana Eni y austriaca OMV. Los dos países son abastecidos en parte por el gasoducto TAG, que pasa por Ucrania, pero también por Nord Stream 1.
Con información de Télam