El defensor del pueblo británico acusa al Gobierno de generar "caos" con las visas para ucranianos

09 de marzo, 2022 | 16.12

El defensor del pueblo británico para cuestiones parlamentarias y sanitarias criticó hoy al gobierno del primer ministro Boris Johnson por su gestión de las solicitudes de visas para los refugiados ucranianos que huyen de la guerra.

La defensoría creada por el Parlamento para "proporcionar un servicio de gestión de quejas independiente" al Gobierno, a cargo de Rob Behrens, denunció "caos y confusión" a la hora de gestionar las visas para los refugiados que llegan al Reino Unido desde la invasión rusa a Ucrania.

Behrens pidió también que se eliminen "los retrasos y la burocracia innecesarios", que el proceso de visado cuente con mejores recursos, sea más eficiente y transparente porque "hay vidas que dependen de ello".

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Por su parte, el embajador de Ucrania en Londres, Vadym Prystaiko, declaró ante un comité parlamentario que siempre hubo "problemas burocráticos" para solicitar visas al Reino Unido y que su propia esposa no la había obtenido antes de que él asumiera el cargo, informó la agencia de noticias AFP.

El Ministerio del Interior y su titular, Priti Patel, fueron acusados de obligar a los ucranianos a pasar numerosos obstáculos para obtener el visado británico.

Cientos de refugiados viajaron al puerto francés de Calais, a orillas del Canal de la Mancha, con la esperanza de poder cruzar para estar con sus familias en el Reino Unido, pero fueron rechazados por falta de visas.

El gobierno de Boris Johnson fue puesto en evidencia con comparaciones con la política de la vecina Unión Europea, que concede residencia de tres años a los ucranianos sin visado.

Hasta el momento, el Reino Unido otorgó 957 visas, según el gobierno.

Entre 50.000 y 60.000 ucranianos viven en el Reino Unido y Prystaiko calculó que unos 100.000 de sus familiares podrían intentar reunirse con ellos.

Londres, que hizo del control fronterizo un elemento clave de su campaña del Brexit, insiste en que debe efectuar controles de seguridad antes de emitir las visas.

Patel causó confusión esta semana al insistir en que se había establecido un centro de solicitud de visas de emergencia en Calais, en el norte de Francia, para luego precisar que no estaba operativo, y finalmente confirmar más tarde que este se establecería a 110 kilómetros al sur de ese lugar, en la ciudad francesa Lille.

La revista Spectator, generalmente favorable a Johnson, publicó esta semana una caricatura en su portada titulada "farsa fronteriza" en que tras dar la bienvenida a los refugiados se les recibe con la larga lista de requisitos para entrar.

Con información de Télam