El gobierno de Rusia negó hoy que haya bombardeado un hospital para niños en Mariupol, como denunció ayer Ucrania, aunque dio dos versiones diferentes sobre el incidente.
El canciller, Serguei Lavrov, no negó que se produjera el ataque pero sostuvo que el hospital no funcionaba como tal sino como base de un batallón de combatientes nacionalistas ucranianos.
Este hospital pediátrico fue retomado hace tiempo por el batallón de Azov y otros radicales, afirmó Lavrov en Antalya, Turquía, en declaraciones a la prensa tras reunirse con su colega ucraniano, Dmitri Kuleba.
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El jefe de la diplomacia rusa agregó que todas las mujeres que iban a dar a luz, todas las enfermeras y todo el personal de apoyo habían sido expulsados del centro médico, según la agencia de noticias AFP.
En cambio, el vocero del Ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, sostuvo que las fuerzas rusas no efectuaron ningún ataque sobre Mariupol y que todo fue una puesta en escena por parte de Ucrania.
La aeronáutica rusa no llevó a cabo absolutamente ninguna misión contra blancos en la zona de Mariupol, dijo el funcionario.
El supuesto bombardeo aéreo es una completa provocación puesta en escena para mantener el revuelo antirruso entre una audiencia occidental, añadió Konashenkov.
Ucrania reportó ayer que el hospital para niños de Mariupol había sido bombardeado y que en el ataque murieron tres personas -entre ellas, un niño- y fueron heridas al menos 17, lo que provocó indignación en todo el mundo.
Con información de Télam