Varios cientos de funcionarios alemanes que trabajan en sectores como la educación o la cultura deberán salir de Rusia en los próximos días por petición de Moscú, en el marco de las sanciones y contrasanciones vinculadas a la guerra en Ucrania, indicaron hoy medios locales y confirmó el gobierno de Alemania.
Las autoridades rusas exhortaron a la primera economía de Europa a reducir su personal diplomático antes de junio, pero entre los funcionarios afectados figuran también trabajadores de instituciones públicas como el centro cultural Goethe Institut o la escuela alemana de Moscú, precisó una fuente gubernamental a la agencia de noticias AFP.
El diario alemán Süddeutsche Zeitung, que reveló la información, aseguró que la medida afectará a varios cientos de personas y supone una "declaración de guerra diplomática" contra Berlín.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores alemán confirmó que la cifra del diario era "correcta", aunque no precisó el número exacto de personas afectadas.
La Cancillería rusa fijó el mes de abril como el "límite máximo para el número de personal diplomático y organizaciones públicas alemanas" autorizadas a permanecer en Rusia, indicó el Gobierno alemán.
"Este límite fijado por Rusia desde principios de junio implica recortes importantes en todos los ámbitos de la presencia (alemana) en Rusia", añadió la fuente del gobierno alemán.
Moscú ya había anunciado la expulsión de unos 20 diplomáticos alemanes en represalia, según las autoridades rusas. Berlín había tomado también una medida similar.
Alemania es aliado de Kiev en la guerra y hoy, las autoridades ucranianas pidieron a Berlín que le proporcionen misiles de crucero Taurus para defenderse de la invasión rusa lanzada en febrero del año pasado.
Una portavoz del Ministerio de Defensa alemán dijo en las últimas horas que recibió esa solicitud, que llega después de que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declarase que seguía buscando el apoyo de sus socios occidentales.
Según datos del Ejército alemán, el Taurus es uno de los misiles más modernos de las fuerzas aéreas.
Los pilotos de los cazas no tienen que entrar en el espacio aéreo enemigo para dispararlo: las armas encuentran su objetivo incluso desde grandes alturas y distancias.
Ucrania ya utiliza en su guerra contra Rusia los misiles de crucero Storm Shadow, de 550 kilómetros de alcance, suministrados por Reino Unido, lo que es criticado por Moscú, ya que pueden ser utilizados también para atacar objetivos en la propia Rusia.
Con información de Télam
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