Arrecian los combates en Ucrania antes de una nueva ronda de diálogo con Rusia

31 de marzo, 2022 | 11.30

Rusia lanzó hoy más ataques en Ucrania en vísperas de nuevas conversaciones de paz, mientras el Gobierno ucraniano y la OTAN esperan que Moscú redoble su ofensiva en la región oriental que ha declarado objetivo central de la próxima fase de la invasión.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que Ucrania estaba notando "un refuerzo de las tropas rusas para nuevos ataques en el Donbass, y estamos preparados para ello", agregó, usando el nombre de la región que Moscú tiene en la mira, que limita con Rusia.

También hoy, una caravana de colectivos se dirigía a Mariupol, ubicada en el Donbass, para otro intento de evacuar mañana a civiles de esa ciudad del sureste de Ucrania que el Ejército ruso mantiene sitiada desde fines del mes pasado.

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Luego de que Rusia declarara una tregua en esa zona, la Cruz Roja dijo que sus equipos habían salido hacia Mariupol con ayuda humanitaria y que esperaba poder comenzar con las evacuaciones mañana.

Intentos previos de establecer "corredores humanitarios" o rutas seguras para evacuar Mariupol fracasaron en medio de bombardeos. La ciudad es de las que resultó más destruidas por la invasión rusa, y sus autoridades han reportado miles de muertos.

Las fuerzas rusas, en tanto, bombardearon hoy y libraban combates en localidades del conurbano de la norteña Kiev, la capital de Ucrania, que el Ejército ucraniano dijo haber recuperado días atrás, informó el gobernador de la provincia de Kiev.

Ayer, una ola de ataques rusos en partes de Ucrania donde el Gobierno del presidente Vladimir Putin había prometido reducir operaciones militares para facilitar conversaciones de paz redujo esperanzas de que el fin del conflicto estuviera finalmente a la vista.

Se estima que miles de personas, tanto civiles como militares, han muerto en el conflicto, que hoy cumple cinco semanas. La cifra de personas que escapó de Ucrania por la guerra superó ayer los 4 millones.

Autoridades ucranianas informaron ayer de fuertes bombardeos rusos en las afueras de Kiev y de Chernigov, otra ciudad del norte de Ucrania, donde Rusia había prometido reducir su actividad militar, aunque aclarando que esto no implicaba un alto el fuego.

El Ministerio de Defensa ruso informó hoy, además, de nuevos bombardeos en Ucrania contra depósitos de combustible, y autoridades ucranianas denunciaron ataques de artillería contra la ciudad de Jarkov, en el noreste del país, en las últimas 24 horas.

Pese a que los combates arrecian en esas zonas, el Ejército ruso declaró una tregua en la ruta que va de Mariupol a la ciudad de Zaporiyia, que está bajo control de Ucrania, hoy por la mañana para permitir la evacuación de civiles de la primera localidad.

Hasta ahora, los civiles solo podían salir de la ciudad en sus propios vehículos, un viaje de alto riesgo porque no se respetaron acuerdos sobre las evacuaciones.

Asediada y bajo intensos bombardeos, Mariupol está sin agua, luz ni calefacción y casi sin alimentos y medicamentos. El alcalde dijo esta semana que unas 160.000 personas seguían atrapadas en la ciudad, que antes de la guerra tenía una población de 430.000.

La Cruz Roja dijo en un comunicado que sus equipos ya estaban en camino con equipamiento y suministros médicos y para evacuar a civiles.

"Por razones logísticas y de seguridad, estaremos preparados para dirigir las operaciones mañana viernes, siempre que todas las partes se pongan de acuerdo sobre los términos exactos, incluyendo la ruta, la hora de inicio y la duración", señaló la nota.

"Es vital que estas operaciones se lleven a cabo. La vida de decenas de miles de personas en Mariupol depende de ello", agregó.

Las conversaciones entre Rusia y Ucrania para tratar de poner fin al conflicto se retomarán mañana por video, dijo hoy el negociador ucraniano David Arajamia.

Esta semana, durante conversaciones en persona en Estambul, Turquía, Ucrania presentó propuestas para un acuerdo de paz con Rusia, incluyendo renunciar a su ingreso a la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos, tal como exige Moscú.

Rusia, por su parte, prometió reducir sus operaciones militares en Kiev y Chernigov para "aumentar la confianza" y crear las condiciones para más negociaciones.

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y líderes occidentales reaccionaron con escepticismo, y, poco después, autoridades ucranianas denunciaron decenas de bombardeos rusos contra objetivos civiles en esas dos zonas.

Hoy, el gobernador de la provincia de Chernigov, Viacheslav Chaus, dijo que las fuerzas rusas estaban "en movimiento", pero que quizás no se estuvieran retirando.

El gobernador de la provincia de Kiev, Olaxander Pavliuk, dijo en redes sociales que las fuerzas rusas bombardearon hoy Irpin y Makariv, y que había fuertes combates en Gostomel, todas localidades de la periferia noroeste de la capital ucraniana.

En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo hoy que no se observaba la reducción de actividad militar prometida por Rusia en Ucrania sino más bien un reposicionamiento hacia el Donbass.

"Según nuestros datos de inteligencia, las unidades rusas no se están retirando sino que están reposicionándose. Rusia está tratando de reagrupar sus fuerzas, de reabastecer y de reforzar su ofensiva en la región del Donbass", declaró Stoltenberg a periodistas.

La semana pasada, Moscú anunció haber completado la primera etapa de su ofensiva en Ucrania y dijo que ahora se enfocaría en la "liberación" del Donbass, una región industrial fronteriza con Rusia en la que la mayoría de la población habla ruso.

Más de 14.000 personas han muerto en combates y bombardeos en el Donbass desde 2014, cuando milicias separatistas se alzaron en armas contra el Gobierno ucraniano en las dos provincias que integran la región, Lugansk y Donetsk.

Los separatistas rusoparlantes afirmaron hoy que controlan la mayor parte de la región: el 90% de Lugansk y más de la mitad de Donetsk.

Con información de Télam